No lo dice a viva voz, claro. Sin embargo, las cartas están echadas. Un poco por convicción y mucho por necesidad. Y es que la situación local no le permite, en la actualidad, moverse otra manera. Jaqueado por el massismo y firme opositor a La Cámpora, el jefe comunal de Tigre, Julio Zamora, dio un nuevo paso rumbo a convertirse en uno más de los pocos intendentes del Conurbano que apoyan la candidatura de Alberto Fernández 2023.

Se trata de un movimiento pragmático. De supervivencia. Con la presidenta de AySA, Malena Galmarini, queriendo tomar el poder del territorio y un Concejo Deliberante con solo tres ediles que responden a su favor, el jefe comunal tiene claro que, para sostener otro periodo al frente del ejecutivo municipal, tendrá que jugar fuerte en su línea de posicionamiento.

La relación entre Zamora y el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, está quebrada. “No solo que no tiene vuelta atrás sino que para la próxima elección ya no hay chances de un acuerdo”, le dice a este medio una fuente irrefutable del peronismo en Tigre. Claro, para las elecciones todavía falta y tanto en las últimas elecciones del PJ a nivel municipal como en 2021 lograron sellar una alianza sin atravesar mayores conflictos. Algo que no sucedió en 2019 cuando extendieron el horario límite del cierre de listas por no poder concretar un pacto que finalmente llegó tras la intermediación de terceros.

Ahora, Zamora avanza firme en afianzar los vínculos con el albertismo, una línea interna del Frente de Todos que hoy no cuenta con gran representación en los distritos de mayor porte de la Provincia pero que, aspiran, a poder seguir sumando. En lo concreto, más allá del acercamiento del jefe comunal de Tigre, solo el intendente de José C. Paz, Mario Ishii, se muestra cercano al Presidente. Además, claro de los alcaldes con pedido de licencia devenidos en ministros: Gabriel Katopodis (General San Martín) y Juanchi Zabaleta (Hurlingham). Con la particularidad de que este último perdió buena parte del control del municipio en manos de La Cámpora, con la llegada de Damián Selci.

Quien también podría sumarse a esta lista es el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi. El alcalde con pedido de licencia de Avellaneda cada vez se muestra más afín al albertismo y en su momento aseguró que “nuestro proceso político es ocho años de Alberto Fernández”.

En ese camino anda Zamora, quien tras no ser invitado al convite peronista que se llevó a cabo en La Matanza el mes pasado dejó en claro no estar de acuerdo con el contenido de la carta en las que los jefes comunales le pidieron al primer mandatario que garantice “la mesa de las familias”.

Es más, en los últimos días, Zamora marcó su norte con una declaración picante. En su visita al programa Hora Pico, de C5N, le apuntó al secretario de Comercio, Roberto Feletti, y dijo que “si yo tengo un secretario que me cuestiona las políticas públicas le pido la renuncia”.