Desde el 20 de marzo, día en que se dictó el aislamiento obligatorio en la Argentina, ya son 12 presos en cárceles federales fallecidos a causa del coronavirus. Así lo confirmó este viernes la Procuración Penitenciaria de la Nación.

El caso más reciente es el de un hombre de 57 años que tenía enfermedades previas y  estaba preso preventivamente por un delito de drogas. La defensa pública había solicitado en dos ocasiones su arresto domiciliario ante su grave estado de salud, pero le fue denegado tanto por el Tribunal Oral en lo Penal Económico Nº 2 de Capital Federal como por la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal.

La Procuración sostiene que testimonios brindados por personas detenidas destacan la escasez en el suministro de necesidades básicas (comida, jabón, lavandina) y la inexistencia de otros (barbijos, alcohol en gel). Reclaman también por la infrecuente atención médica (incluso en aquellos pabellones donde se han producido muertes por COVID19), y la delegación de las tareas de control y seguimiento en auxiliares de enfermería.

Los detenidos fallecidos por COVID integraban los grupos de riesgo. El promedio de edad, entre los doce muertos es 67 años. La Procuración pone énfasis en que desde mayo los arrestos domiciliarios para personas de riesgo se limitaron “considerablemente”. No es casualidad que la fecha coincide con la polémica por los presos excarcelados en abril que, en casos, reincidieron al salir de prisión y generaron feroces disputas políticas.