La Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) realizó hoy un acto de manera virtual, adaptado a los tiempos que corren, para recordar a las 85 víctimas fatales y más de 300 heridos del ataque terrorista a su sede, al cumplirse 26 años de aquel fatídico 18 de julio de 1994. Se hizo un día antes para dar lugar al cumplimiento de Shabat, el día sagrado de descanso para el judaísmo.

“No hay una sola persona condenada. 26 años, 85 muertos y ni un solo preso”, resaltó Ariel Eichbaum, presidente de la entidad, y habló de “una impunidad insoportable”. “El tiempo de la justicia está detenido”, resaltó. 

Eichbaum definió el ritmo de la justicia como “lento y cansino” y se refirió a la reciente renuncia del juez federal Rodolfo Canicoba Corral, responsable de la investigación desde 2005. “La AMIA no puede quedar sometida a los vaivenes de jueces subrogantes, pedimos un juez y un fiscal definitivos”, dijo. 

Ariel Eichmabum, duro con la justicia argentina.
Ariel Eichmabum, duro con la justicia argentina.

Destacó la creación del primer registro de personas y agrupaciones vinculadas al terrorismo durante el macrismo y valoró la decisión del gobierno actual de sostener su vigencia. Aseguró que Hezbollah “es una amenaza del presente, no del pasado” y alertó sobre su presencia en la Triple Frontera. 

El presidente de AMIA criticó duramente la actuación de Mario Cimadevilla, quien estuviera el frente de la Unidad Fiscal Especial para investigar el atentado. “Nos asombra que ahora salga a hacer declaraciones altisonantes y denuncia que no lo dejaron trabajar. Su actuación durante casi cuatro años fue nula y su informe final no aportó nada”, sentenció. 

Para finalizar, se refirió a la muerte de Alberto Nisman. “Es país exige que el juez Ercolini y el fiscal Taiano esclarezcan el homicidio de Nisman, los autores intelectuales, materiales y los cómplices”, afirmó.

Participaron, además de la AMIA, la DAIA y la agrupación de Familiares de Víctimas. Se sumó también el ex mandatario español Felipe González a través de un mensaje grabado. “Me conmocionó aquel terrible suceso mientras yo era presidente de España”, recordó, y habló del “dolor por todavía no saber lo que había detrás de ese atentado”.