La investigación respecto de la denuncia contra el expresidente Mauricio Macri y funcionarios de su gobierno por el presunto envío de armamento para apoyar el golpe de Estado en Bolivia sigue su curso y las novedades complican la situación del exmandatario. 

El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, confirmó en conferencia de prensa que en noviembre de 2019 se produjo lo que constituye "tráfico ilícito de municiones" y "está penado con 30 años de prisión".

"Se encontraron 26.900 balas antitumulto 12/70 en un depósito de la Policía de Bolivia que son parte de las 70.000 balas de gomas que la Gendarmería argentina pidió sacar del país el 12 de noviembre de 2019 con el argumento de defender la embajada argentina en el Estado Plurinacional”, apuntó el funcionario.

Y disparó: "El tráfico de armas está penado en Bolivia con 30 años de prisión. Quiero hacer hincapié en el tema de la Argentina. En bodegas de la policía boliviana se encontró material. Una parte fue enviado legalmente y otra parte se hizo de manera ilegal y lo estamos investigando".

Según precisó Del Castillo, algunas de estas balas estaban escondidas en bolsas rotuladas como "guantes" y otras estaban en cajas con el sello de la Gendarmería argentina dentro del depósito de la Policía en el que se hallaron.

Bolivia confirmó que "Ingresaron de la Argentina armas de manera ilegal, sin registros"

En este sentido, el ministro de Gobierno boliviano exhibió hoy documentos y municiones encontradas en los depósitos de la policía que corresponderían al envío de material represivo por parte del gobierno de Mauricio Macri cuando se consolidó el golpe de Estado que derrocó a Evo Morales.

Allí, Del Castillo aseguró que las municiones fueron recibidas “sin ningún tipo de documentación” y que este hecho formó parte de un “plan continental para reprimir al pueblo boliviano”.

“En el Hércules c130 argentino venía munición y armamento autorizado por el pueblo boliviano que cumplía con todos los mecanismos solicitados, no obstante llegaron otras municiones que no fueron ni solicitadas y mucho menos autorizadas”, remató el funcionario boliviano.

“Estos efectivos recibieron sin ningún tipo de documentación cajas de municiones, de proyectiles de granadas para la policía boliviana. Gran parte también fue entregada a la fuerza aérea de Bolivia y hay un faltante que aún se encuentra en investigación y que vamos a determinar si fueron utilizados en la masacre de Sacaba y Senkata”, completó.

Además, detalló que la cantidad de material no autorizado encontrado es diferente a las que el comandante general de la Fuerza Aérea boliviana, Jorge Gonzalo Terceros le agradeció en una nota al ex embajador argentino Normando Álvarez García. “Esto nos hace presumir que las fuerzas armadas recibieron más material aunque aún no ha sido constatado”, subrayó.

Por otra parte, mostró imágenes de los elementos que ingresaron de manera ilegal encontrados en las bodegas de la policía del país andino y en algunas de las cajas se encontraba el sello de la Gendarmería argentina.