“Estamos en negociaciones con Argentina. Gas de Vaca Muerta. Saldrá algún día, porque no es fácil empezar a importar gas, crear, construir ductos”, dijo el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante una transmisión en vivo desde la red social Facebook el jueves. El mandatario agregó que es una de las opciones sobre las que está trabajando su gobierno para reducir los costos del precio del gas en su país.

Estas declaraciones confirman que el gobierno de Brasil está muy atento a las negociaciones con la administración de Alberto Fernández para la construcción de un gasoducto en una región clave, con el objetivo de importar gas natural desde Argentina.

El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, señaló en declaraciones exclusivas a Data Clave que están “avanzando” con reuniones y que “hubo una definición muy clara del gobierno de Brasil”.

“Apenas llegué a Brasil me puse a trabajar en el tema. Hubo reuniones con los ministerios y el sector privado. Esto va avanzando. Y ahora hubo una definición muy clara del gobierno de Brasil en el interés que tienen”, afirmó el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires.

El año pasado, fue el mismo Scioli quien propuso esta iniciativa en reuniones que mantuvo con Bolsonaro y con el ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque.

En tanto, el mayor obstáculo con el que se encuentran los países es el alto costo de la inversión y están en búsqueda de financiamiento para el proyecto de miles de millones de dólares. Según Reuters, los costos estimados son de 3.700 millones de dólares para Argentina y otros 1.200 millones para Brasil

 “Estamos en la etapa exploratoria ahora. Existe la voluntad de ambos gobiernos de avanzar con el proyecto”, informó Scioli.  

La propuesta de Argentina es que el gasoducto tenga 1.430 kilómetros, desde las reservas de shale gas de la provincia de Neuquén hasta la frontera con Brasil en Uruguaiana, y otros 600 kilómetros, desde allí hasta Porto Alegre, que conecte con la red de distribución de gas del sur. La central térmica Uruguaiana, de la compañía energética argentina Saesa, es una de las opciones que se manejan.