La interna presidencial en Unión por la Patria levantó temperatura por primera vez desde que quedaron oficializadas las candidaturas, hace ya más de un mes, del ministro de Economía, Sergio Massa, y del dirigente social, Juan Grabois. En otras palabras, se aguantó todo lo que se pudo. Y más. 

Sin embargo, el líder del Frente Patria Grande decidió ponerle fin al pacto de no agresión con un mensaje tácito en el que cuestionó la presencia de los candidatos que “fueron a dar examen a La Rural”. Y aseguró que “ningún político de nuestro campo debe ir a banquetear con los amos de la oligarquía, a competir a ver quiénes les da más nuestras concesiones” 

Massa estuvo allí. Y se abrazó con el presidente de la SRA, Nicolás Pino. Pero es sabido que el funcionario nacional no tiene intenciones de correrse hacia una puja interna. Y dejó en claro hacia adentro que no saldría a contestar. Eso sí, no bajó línea de no contestar. Y desde el Frente Renovador aprovecharon el quiebre para salir a castigar a Grabois.

Muchos ya no tenemos dudas que trabajás para que gane Juntos por el Cambio. No tenés ninguna chance de ganar, ni la PASO, ni mucho menos la elección general”. La respuesta de uno de los directores del Banco Provincia, Sebastián Galmarini, hizo eco por tratarse, a la vez, de parte del círculo más cerrado como cuñado del precandidato presidencial.

Días atrás Grabois y Massa se encontraron en los estudios de C5N y el dirigente social lo llamó “rival”. Algo que el titular del FR ninguneó y atinó solo a responderle “portate bien”. La lectura interna es clara. A Massa no le conviene entrar en conflicto con su contrincante en las PASO. Y hacia adentro lo tienen en claro. 

Por el contrario, al dirigente social sí le sirve. “Hay que hacer la campaña con el de enfrente. No podemos salir a pegar al pedo porque después pasa que nos preguntamos cómo se dieron ciertos resultados. A menos que haya una intencionalidad de romper por romper. Algo que podría ser parte de su filosofía de buscar el conflicto permanente”, le dijo a Data Clave un diputado bonaerense del Frente Renovador.

Cabe recordar que Grabois había bajado su precandidatura presidencial en favor de la presentación del ministro del Interior, Wado de Pedro. Sin embargo, tras la confirmación de Massa volvió a subirse. Días atrás el líder del Frente Patria Grande se refirió al día después de las PASO y dejó en claro su juego: "Vamos a acompañar a Massa porque es lo que corresponde, pero condicionaremos nuestro apoyo porque queremos que las políticas de techo, tierra, trabajo, educación, salud y cuidado ambiental que planteamos sean cumplidas".

En otras palabras, Grabois, quien corre con desventaja en las encuestas, abrió el paraguas para lo que se viene. Su estrategia es clara. Aún en la derrota sabe que se quedará con un caudal de votos que le permitirá salir a negociar ciertas demandas. Algo con lo que el massismo no quiere saber nada.

El problema que hay por delante es, justamente, de qué manera el ministro de Economía saldrá a buscar los votos al dirigente social el día después de las PASO. Como se sabe, su electorado será buscado también desde la izquierda y hasta desde espacios de menos llegada como el partido Principios y Valor, de Guillermo Moreno, en caso de que pueda pasar el corte de las primarias

Así las cosas, a poco más de dos semanas para las elecciones, Massa tiene en claro que tiene por delante la obligación de desactivar cualquier tipo de bomba que pueda quedar al borde la explosión interna. Lo que está en juego es el camino hacia octubre.