Las asociaciones que reúnen a las carreras de comunicación y periodismo de universidades públicas y privadas de todo el país dieron una declatación para “alertar por la proliferación de fake news en el marco de la contienda electoral que concluirá el próximo 19 de noviembre con la elección de un nuevo presidente de la Nación”.

Los académicos sostuvieron que se trata “de una práctica perniciosa” que se pone en práctica a través de “campañas orgánicas de malversación de la realidad” mediante el uso “de las redes sociales, las plataformas y los medios de comunicación que se suman a esta modalidad de desinformación, reñida con toda ética periodística y contraria a todo ejercicio de la democracia”.

La declaración lleva las firmas de Aixa Boeyken, presidenta de REDCOM y decana de la Universidad de Entre Ríos, y de César Arrueta, presidente de FADECCO y decano de la Universidad de Jujuy. Son las dos entidades que nuclean a todas las carreras de comunicación que se dictan en el país en el ámbito público y privado.

“En el contexto de una decisión electoral, el uso masivo de la mentira puede cumplir un rol crucial intentando manipular la voluntad popular. En ese marco, las campañas de desinformación sobre irregularidades electorales y fraudes inexistentes no hacen más que sembrar dudas sobre un sistema que funciona bien y azuzar la desconfianza en la democracia. Estas prácticas irresponsables y peligrosas ya se han visto en otros países, y acabaron poniendo en riesgo el orden público”, dijeron los académicos de la comunicación.

Esta misma semana el candidato de la ultraderecha Javier Milei dijo en un reportaje que hubo irregularidades en la elección del 22 de octubre y el canal macrista La Nación+ sostuvo que hubo “micro fraudes”. Las dos afirmaciones fueron negadas por la Cámara Nacional Electoral, el órgano judicial que organiza y supervisa las elecciones nacionales.

“En este mismo sentido, la utilización de las noticias falsas para la creación de climas de sospecha sobre la transparencia de nuestro sistema electoral bastardea de antemano la legitimidad de la decisión popular y abre la puerta a escenarios con incalculables consecuencias”, se agrega.

No se trata de una advertencia menor, ya que ocurrió tanto en Estados Unidos como en Brasil. En los dos países los seguidores de Donald Trump y de Jair Bolsonaro ocuparon los parlamentos luego de asegurar que hubo fraude en las elecciones en las que ambos fueron derrotados.

“Manipular la palabra pública para obtener alguna rentabilidad electoral desvaloriza al estatuto de verdad imprescindible para lograr una convivencia democrática civilizada a pesar de las diferencias, profundiza la grieta, genera desconfianza y desinterés en vastos sectores sociales: las noticias falsas conspiran contra la democracia”, agregaron los docentes.