Tras cuatro meses de audiencias, el juicio por el homicidio de Lucas González -el juvenil de 17 años de Barracas Central- llega a su fin. A partir de media mañana, los 14 policías involucrados en el debate podrán decir sus últimas palabras. Tras esto, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº25 dará a conocer su veredicto. Para los fundamentos, habrá que esperar probablemente algunos meses. Si bien el Código Procesal da cinco días hábiles, ante debates extensos o complejos, permite que los jueces se tomen más días para escribir y fundamentar la condena (o las absoluciones).

Los principales acusados son Juan José Nieva, el oficial mayor Fabián Andrés López y el inspector Gabriel Alejandro Isassi, integrantes de la Brigada 6 de la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad. Los tres están señalados por disparar contra el auto donde iban Lucas y sus tres amigos, Julián Alejandro Salas, Niven Huanca Garnica y Joaquín Zúñiga Gómez. 

“Nos encontramos en esta causa que quienes mataron a Lucas e intentaron matar a sus amigos ese día eran policías. Los quisieron matar porque podían hacerlo, porque querían, porque pensaban que salían impunes y porque actuaron con prejuicios de clase y sociales”, aseguró el fiscal Guillermo Pérez de la Fuente durante su alegato, donde pidió prisión perpetua para los tres. En esa misma línea había acusado el representante de la familia de Lucas y de los tres chicos, Gregorio Dalbón.

"Homicidio agravado por haber sido cometido con un arma de fuego; por alevosía, por placer y por odio racial; por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por ser un miembro de una fuerza policial” fue la acusación que les endilgó la fiscalía en relación al crimen de Lucas. Además, los señaló por la tentativa de homicidio contra los otros tres adolescentes y por los delitos de “falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”.

Por el encubrimiento del homicidio, la fiscalía pidió también penas de entre 5 y 11 años de prisión para 10 comisarios y efectivos policiales.  Allí los involucrados son el comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 de la Policía de la Ciudad Daniel Alberto Santana; el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán; el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos; el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar; el principal de la Comuna 4D, Héctor Claudio Cuevas; los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D Jonathan Alexis Martínez, Ángel Dario Arévalos y Daniel Rubén Espinosa; el comisario de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4, Juan Horacio Romero; y el subcomisario de la División Sumarios y Brigadas de la Comisaría Vecinal, Roberto Orlando Inca.

Además, el fiscal solicitó 17 años de prisión para el efectivo Sebastián Jorge Baidón, por torturas a dos de los sobrevivientes, además de las maniobras de encubrimiento. “Los policías no hicieron lo que tenían que hacer, no actuaron conforme a la ley, protegieron a los autores. En esta causa no existieron policías buenos”, aseveró el fiscal .

Los hechos

El 17 de noviembre de 2021 cerca de las 09:30, los cuatro adolescentes iban en un auto modelo Suran: el que manejaba era Julián, el acompañante era Lucas y atrás iban Joaquín y Niven. Todos habían salido de un predio del club Barracas Central, ubicado en las calles Luna y Río Cuarto.

Cuando llegaron a la intersección de Luna y la Avenida Iriarte, Lucas bajó a comprar un jugo. Luego de ello, retomaron por la avenida y allí fueron interceptados por un auto modelo Nissan que no tenía ninguna identificación policial ni tampoco contaba con la patente trasera. De allí descendieron tres hombres que les apuntaron. Ante esto, y de acuerdo a lo relatado por los jóvenes en el juicio, intentaron esquivar la situación al considerar que se trataba de un robo.

En ese momento, los tres integrantes de la brigada dispararon contra el auto: uno de los proyectiles impactó en la cabeza de Lucas, que debido a las heridas falleció en el hospital “El Cruce” de Florencio Varela al día siguiente. Con el joven herido, dos de los chicos siguieron en el auto buscando ayuda mientras que el tercero huyó corriendo de la situación. “Los tres procesados efectúan los disparos hacia el interior del auto, con el conocimiento de que había personas allí dentro: lo hicieron sin tener ninguna identificación de policía y cuando el auto no tenía ni sirena ni baliza ni la chapa patente trasera”, especificó el fiscal general Pérez de la Fuente en su alegato.