La visita del Presidente Alberto Fernández a Salta en el marco de la conmemoración de la muerte del general Martín Miguel de Güemes no comenzó según lo planeado por la comitiva presidencial. Sucede que en la previa a la vigilia programada para las 23 de ayer, un nutrido grupo de manifestantes se agolpó en la avenida principal de la capital en rechazo a la llegada del mandatario. “Que se vaya”, cantaban y vociferaban los ciudadanos, al tiempo que le recordaban su fallida frase “los argentinos llegamos de los barcos”.

Con banderas y cornetas, corearon “que se vaya”. Sin una consigna clara detrás, pero con un contundente rechazo al gobierno nacional, salteños salieron a la calle. Algunos se acercaron al lugar sin barbijo, como una forma de mostrarse en contra de las normas sanitarias de prevención por la pandemia.

El Tribuno Salta

Permanecieron cerca del vallado que se había colocado en esa esquina. El acto se realizó con público reducido y no se podía pasar al monumento. “Esta es nuestra tierra no permitamos esto. Le pedimos a la gente de bien que se acerque y se manifieste”, expresó un hombre a El Tribuno. “Es un corrupto y un genocida, queremos que se vaya”, disparó una mujer. 

En los alrededores del Monumento a Güemes también se realizó una caravana de autos en contra de la presencia del Presidente en la provincia. Entre otros reclamos, se manifestaron en contra de la idea de declarar al litio como “recurso estratégico”, proyecto que impulsa un sector del kirchnerismo de acuerdo a lo que trascendió en los últimos días. También cuestionaron otras políticas, como la suspensión de las exportaciones de carne vacuna.

Cabe recordar que días atrás, Fernández cometió un furcio que se convirtió en viral con rapidez, cuando intentó citar a Octavio Paz pero terminó parafraseando a Lito Nebbia. "Los mexicanos salieron de los indios, los brasileños salieron de la selva pero nosotros los argentinos llegamos de los barcos, y eran barcos que venían de Europa, y así construimos nuestra sociedad”, espetó el Presidente en el marco de la visita del primer mandatario español, Pedro Sánchez. Sus palabras fueron condenadas por buena parte de la sociedad, incluso fue denunciado ante el INADI, hecho que generó que el propio Alberto tenga que disculparse públicamente.