Ya en el tramo final de la campaña el candidato presidencial de Unión por la Patria salió a la búsqueda de los votos en las provincias de Córdoba y de Santa Fe, dos distritos centrales por su incidencia en el padrón electoral y donde no le fue bien a Sergio Massa el 22 de octubre.

En Córdoba, por ejemplo, Massa quedó en cuarto lugar después de Javier Milei, Juan Schiaretti y Patricia Bullrich. En Santa Fe, le fue un poco mejor. Quedó segundo, detrás de Milei, quien le sacó casi 60 mil votos de diferencia. 

Pero la opaca gestión de Omar Perotti hizo que la provincia que el peronismo había recuperado pasara este años a manos del radicalismo. Por eso también el desembarco de Massa en Santa Fe. Se trata de un territorio que no es tan hostil al peronismo nacional como lo ha sido Córdoba, por ejemplo.

Entonces como lo hizo en Córdoba con Martín Llaryora, Massa buscó en Santa Fe acercarse al radical Maximiliano Pullaro, el gobernador electo que sucederá al peronista Perotti, que no tenía la posibilidad de presentarse a un nuevo mandato.

En esa línea, durante un acto en el Parque Industrial de Sauce Viejo, el ministro le envió un mensaje a Pullaro: "Desde el 10 de diciembre tendrá un enorme desafío, que es devolverle la paz y la tranquilidad a los rosarinos y los santafesinos".

"Quiero decirle desde acá, gobernador Pullaro: me va a tener a su lado peleando para darle seguridad a cada santafesino, invirtiendo en cámaras, en móviles, pero también señalando a aquellos jueces que sean cómplices del delito, del narcotráfico", aseguró.

También señaló que "en la política de seguridad está clara la diferencia de los dos modelos de país: ellos promueven que cada ciudadano se la arregle como pueda, que vaya al supermercado y compre un arma, como promueve Milei".

"Nosotros promovemos al Estado haciéndose responsable, al presidente asumiendo en persona la lucha contra la inseguridad y el delito, y además al Estado nacional haciéndose presente en Rosario, en el edificio de Central Córdoba, con su nueva Agencia Federal, para perseguir narcotráfico, corrupción y trata de personas", añadió.

Habrá que ver si el acercamiento de Massa surte efecto. Es que Pullaro fue uno de los primeros en decir que apoyaría a Milei en el ballotage, pese a los insultos que el libertario le dedicó a Raúl Alfonsín, el prócer moderno del radicalismo.

Sin embargo, en las últimas semanas se moderó y cambió de posición, aunque no aclaró cuál sería su voto el 19 de noviembre.

“Desde los dieciséis años milito porque me sentí motivado por las ideas de Alfonsín. Sentí que Alfonsín me conquistaba a tal punto que el principal objetivo en mi vida era defender esas ideas. Pero en este momento tengo una responsabilidad institucional. Entonces lo personal tengo que dejarlo de lado. Respeto la posición de cada uno de los dirigentes. Quienes entienden que hay que acompañar una u otra alternativa. Ahora mi responsabilidad es defender a Santa Fe. No soy un individuo. Represento a un partido político y por cuatro años voy a representar a los santafesinos”, dijo el gobernador electo de Santa Fe hace apenas una semana.