El gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, apareció este martes entre la lista de mandatarios que firmaron el documento que la Casa Rosada difundió en relación al pedido de juicio político que el ejecutivo nacional tiene pensado presentar en las próximas horas contra el titular de la Corte Suprema, Horacio Rosatti. Sin embargo, en las últimas horas desde el entorno del gobernador negaron su apoyo.

Alberto Fernández creyó haber logrado el acompañamiento de Bordet; pero fuentes cercanas al gobernador se encargaron de negarlo. De esta manera, el entrerriano se sumó al grupo de mandatarios del PJ que tomó la decisión de no seguir el plan del Presidente. Como ya habían hecho con anterioridad, Omar Perotti (Santa Fe) y Juan Schiaretti (Córdoba).

La idea de llevar a juicio político a Rosatti fue difundida el pasado domingo por el Presidente para que “se investigue su conducta en el desempeño de sus funciones”, tras la difusión de informaciones “jamás contradichas” que dejan al descubierto “el vínculo escandaloso entre parte de la política y la Justicia” en el marco de “un avance inadmisible del Poder Judicial de la Nación sobre los otros poderes de la República”.

En concreto, y como aseguró este martes el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, “Juntos por el Cambio se apropio del Poder Judicial”. Esa es la idea con la que el Frente de Todos buscará aprobar en el Congreso el pedido de juicio político.

En ese marco, Bordet tomó la decisión de continuar con su reposicionamiento político: lejos del kirchnerismo y cerca del centro, geográfico e ideológico, de un peronismo que quiere ganar su lugar ya sin la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner como candidata.

Y, de esa manera, parece ir acercándose a un armado político con Schiaretti al frente y Perotti coincidiendo en la estrategia electoral. Los tres con una misma realidad: ninguno podrá ser reelegido en su provincia.

La actitud de Bordet, incluso, fue defendida desde la oposición por la intendenta de Gualeguay, Verónica Berisso quien le dijo a Data Clave que “la determinación de Bordet de aclarar que no había firmado la lista de solicitud de Juicio Político a la Corte es lo que cualquier ciudadano espera de sus gobernantes cuando existe un atropello y una utilización política, sobre todo en este caso en que el gobierno nacional intenta inmiscuirse en las acciones de otro poder del estado"

Y agregó: "Creo en la división de poderes, esto es innegociable, no es posible creer que el gobierno nacional traicione la confianza de sus propios gobernadores, al incluir firmas sin que éstos compartan lo que se ha firmado que es el pedido de juicio a los jueces de la corte suprema, cosa que juntos por el cambio se opondrá de las maneras o con las herramientas que corresponda

El posicionamiento de Bordet es el mismo que el de sus pares: saltar la grieta. El entendimiento común es que, a nivel nacional, el peronismo no tiene una oferta capaz de sostener la estructura, ni de bajar la cantidad de votos para las provincias. Es por eso que hoy la gran mayoría apuesta por desdoblar.

Justamente en esa situación está hoy el gobernador entrerriano. Tras la aprobación de la Legislatura provincial, el gobernador cuenta con la posibilidad de adelantar las elecciones. Decisión que todavía no tomó, pero que podría resolver en cualquier momento. La idea, en la actualidad, es fijar el calendario para las PASO en julio y las generales en septiembre.

En otras palabras, Bordet se tomó su tiempo para negociar. No solo hacia adentro de la Provincia, donde todavía no están decididos los candidatos propios, sino también hacia arriba y los costados. Ver qué puede sacar de Nación y también de qué manera puede ser parte del armado centrista que también busca incorporar a figuras nacionales como Facundo Manes, Florencio Randazzo, Juan Manuel Urtubey y otros.