Con 37 votos positivos y 33 votos negativos el Senado dio media sanción al proyecto del Poder Ejecutivo para reforma del Consejo de la Magistratura y elevar el número de miembros de 13 a 17 pero sin la Corte Suprema entre los integrantes, principal reclamo de la oposición. Luego de lo que fue la votación dividida del acuerdo con el FMI, el Frente de Todos mostró unidad y logró aprobar la iniciativa con la totalidad de los votos propios y dos apoyos provinciales.

El senador oficialista Guillermo Snopek (Jujuy) fue el encargado de abrir el debate y fundamentar la decisión de respaldar el proyecto del gobierno nacional. El jujeño cuestionó el fallo de la Corte Suprema de Justicia que derogó la actual Ley del Consejo de la Magistratura y declaró que el máximo tribunal “después de 16 años de vigencia, no hizo justicia, hizo una ley”. El Frente de Todos se encargó de remarcar que la Justicia se metió en las funciones del Congreso al poner un plazo.

Desde Juntos por el Cambio, la senadora Beatriz Avila (Tucumán) defendió el dictamen de la minoría argumentando que el proyecto oficial era “inconstitucional y discriminatorio” por dejar afuera del Consejo a los miembros del máximo tribunal. “El verdadero debate y la diferencia que existe entre ambos proyectos es que la Corte no esté dentro del Consejo”, sentenció la tucumana. 

Del mismo modo, en el cierre de la oposición, el formoseño Luis Naidenoff remarcó además que “el centro del debate no tiene que ver con la Corte si o la Corte no, eso es secundario, porque el problema central que estamos discutiendo en la Argentina es cómo se planta la política ante el Poder Judicial”, justificó.

“Apalancarse para el relato en el desprestigio del Poder Judicial para ir sobre la Corte Suprema no creo que nos conduzca a una deliberación profunda ni a hacer los cambios que necesita nuestro Poder Judicial”, concluyó por la oposición Alfredo Cornejo (Mendoza).

Al momento de los cierres del oficialismo, la vicepresidenta del bloque, Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), cuestionó a la UCR por querer que la Corte Suprema ocupe la presidencia sin elección de sus miembros. La legisladora del oficialismo leyó fragmentos de una sesión en el año 1997 cuando se discutió la conformación del Consejo en donde el radicalismo cuestionó la presidencia de la Corte.

“Este Congreso está respondiendo a ese fallo político y judicial de una manera democrática y con responsabilidad institucional. No hay que legislar solo para la coyuntura porque nosotros nos vamos, pero las instituciones quedan”, concluyó.