“Fue una reunión muy amable”, cuentan fuentes de la Ciudad consultadas por el encuentro que mantuvieron sus principales autoridades con sus pares de la Provincia en la sede de la gobernación bonaerense. Oficialmente sostienen la idea de una mirada común, pese a que siguen existiendo tensiones: los casos no bajan –principalmente en el Gran Buenos Aires- hay pacientes derivados entre las jurisdicciones y el gobierno porteño no está dispuesto a restringir su reapertura escalonada, mientras que Kicillof insiste en la idea de la cuarentena intermitente.

En la gacetilla difundida minutos después de la finalización del encuentro se informa que “Analizaron las variables de la situación epidemiológica y las proyecciones para las próximas semanas. Los esquemas que cada distrito viene desarrollando en el marco del ASPO y alternativas de continuidad, resaltando la necesidad de mantener la coordinación en el AMBA”. Y en lo que pudo averiguar este medio en off, hay consenso en que las definiciones macro se tomarán en Olivos, donde mañana Alberto Fernández y el gabinete nacional recibirán a Kicillof y a Larreta.

Según pudo averiguar Data Clave, a priori no habrá grandes cambios en la cuarentena después del 2 de agosto. Desde el gobierno porteño lo definen en palabras contundentes: “Seguimos tal cual estamos, no vamos a cambiar estrategias”. En Ciudad creen que “no hacen falta muchas modificaciones”, aunque la Provincia parece mirar con desconfianza la flexibilización inflexible. Del cónclave de esta mañana participaron Diego Santilli, Fernán Quiros, Daniel Gollán, Carlos Bianco y Sergio Berni. Mañana los tres mandatarios se verán las caras en la quinta presidencial.