Unión por la Patria va de punto en estas elecciones nacionales, pese a ser gobierno. La compleja situación económica generan un manto de incertidumbre respecto del escenario electoral y aumentan las chances de Juntos por el Cambio, pese a la feroz interna. Pero además, en varias elecciones provinciales sufrieron derrotas históricas que encendieron las alarmas en el oficialismo. 

Y un dato no menor es que el peronismo puede llegar con tres derrotas consecutivas a las PASO del 13 de agosto. A saber: la dura derrota en San Juan; el traspié en las primarias de Santa Fe, y lo que puede ser otra caída en las urnas este domingo en Chubut. En la provincia patagónica JxC se juega una carta fuerte con el ascendente dirigente del PRO Ignacio Torres, que viene de lograr una cómoda victoria en las legislativas del 2021.

El candidato del peronismo es el intendente de Comodoro Rivadavia y referente del PJ provincial, Juan Pablo Luque y lo acompaña el actual vicegobernador, Ricardo Sastre. El dato es que ninguno de los dos es afín al gobernador Mariano Arcioni y allí está parte de su estrategia. Si bien el mandatario provincial fue reelecto en 2019, no cuenta con la aprobación de la mayoría de la sociedad chubutense y solo logró sostenerse en el acuerdo electoral que lo ubicó en la lista al Parlasur por su relación con Sergio Massa. 

De uno y otro lado del mostrador vaticinan una elección muy pareja que se definirá por estrecho margen. Y ambos apostaron a una construcción provincial, lejos de la centralidad de Buenos Aires. “Priorizamos lo provincial, no hemos incorporado dirigentes nacionales a la agenda”, explicó un dirigente de Juntos por el Cambio de peso en la provincia a Data Clave. Y apuntó contra el oficialismo: “Cambiaron el nombre del frente y adelantaron las elecciones para despegarse en realidad”.

Es cierto, el peso de la provincia patagónico en el padrón nacional es anecdótico, pero a nivel simbólico, una derrota tras 20 años en el poder marcaría un cambio de época, similar a los casos de San Luis y San Juan, con caídas del peronismo tras décadas en el poder. La cercanía con las primarias le agrega un plus al morbo y la ansiedad electoral.

Nacho Torres busca ser quien derrote al peronismo tras 20 años de hegemonía.
Nacho Torres busca ser quien derrote al peronismo tras 20 años de hegemonía.

Pero la preocupación por el resultado provincial no se agota en los comicios de Chubut. Y es que el escenario puede repetirse en la previa a las generales de octubre. Pos PASO, quedan las elecciones de Santa Fe, Chaco y Mendoza, donde la victoria de Juntos por el Cambio es una posibilidad concreta. Además, el 13 de agosto, junto con las primarias, Santa Cruz elegirá gobernador, donde el kirchnerismo pone en juego 40 años de hegemonía.

Si bien está por verse si Juntos por el Cambio logra retener los votos de las primarias tras su feroz interna en Santa Fe, el peronismo llega con un desgaste importante y con el estigma del narcotráfico a cuestas. En Chaco, la coyuntura también le presenta un contexto adverso: el caso Cecilia con ribetes políticos en su asesinato afectó en gran medida la imagen pública del gobierno y se vio reflejado den las PASO. En el caso de los mendocinos es más que probable que el radical Alfredo Cornejo mantenga el gobierno para la alianza opositora.

Párrafo aparte para Santa Cruz, que elegirá autoridades provinciales junto con las PASO nacionales el próximo 13 de agosto. En cada turno electoral, se anuncia la derrota del PJ en la cuna del kirchnerismo. Pero nunca sucede. El peronismo ostenta el poder desde hace 40 años y este año deberá refrendarlo en lo que asoma como una elección de tercios y ya sin Alicia Kirchner para la gobernación, aunque sí estará en la boleta: será candidata a senadora.

De esta manera, el gobierno nacional puede llegar condicionado tanto a las primarias como a las generales de este año y ya no solo por la precaria situación económica, sino por los adversos resultados en las provincias. Este domingo será clave para saber si hay un primer indicio de un cambio de época o fin de ciclo, o si por el contrario el peronismo logra una victoria que le de un impulso vital para resurgir de las cenizas.