El Frente de Todos relanzó el gobierno de Alberto Fernández con una muestra de fuerza y convocatoria en Plaza de Mayo. El “festejo” por el día de la militancia tiene múltiples aristas para abordar sus implicancias internas pero una revelación: la coalición oficialista entiende que deberá ofrecer opciones en las PASO del 2023.

De esa posible interna a cielo abierto del Frente de Todos debería participar el presidente en busca de una reelección. El camino lo comenzaron a allanar los ministros más cercanos a Fernández al día siguiente de las elecciones legislativas. La remontada en la provincia de Buenos Aires cambió los aires del oficialismo en la interna y también de cara a la sociedad. El bálsamo electoral impacta en los engranajes internos y hace que se reconfiguren las expectativas.

La batalla por la sucesión la había lanzado este mismo lunes el ministro de Seguridad, Anibal Fernández, cuando en declaraciones radiales ratificó que los resultados ponían en carrera por la reelección al Presidente. El funcionario fue más allá y aseguró que el mandatario no se baja “ni loco” de la búsqueda por renovar su mandato.

Rápidamente, desde la CGT, Hector Daer, coincidió con el titular de la cartera de seguridad. La tercera pata la completa el legislador porteño y presidente del bloque FdT, Claudio Ferreño, que señaló: “Alberto tiene resto y respaldo político para pelear por una candidatura y ser reelecto en 2023. Allí estaremos”.

“Si algo hicimos bien fue construir el Frente de Todos, que nos unió y nos dio esta capacidad de convocar a nuestro pueblo”, dijo Fernández y adelantó: “Quiero que el tiempo que se inicia no sea de silencio, que sea de profundo debate, que cada uno pueda decir lo que piensa, que pueda opinar y que podamos encontrar una síntesis que nos permita avanzar”.

Además de la apertura de una coalición de gobierno al debate interno, la misiva del Presidente ante la multitud de la Plaza de Mayo incluyó un compromiso ante el electorado. “Mi mayor aspiración es que en el 2023 desde el último concejal hasta el Presidente de la República lo elijan primero los compañeros del Frente de Todos”.

Alberto resignificó un acto que no tenía horizonte claro sin victoria numérica. La idea primigenia de tender un respaldo al jefe de estado en una semana que podría haber resultado inestable si los resultados de las PASO sostenían su tendencia devino en un mensaje hacia adentro para empoderar al Presidente y a su vez dejar lugar para que todos tengan motivos de que al gobierno le vaya bien estos próximos dos años.

Las opciones ausentes en las primarias del oficialismo son leídas otrora como contraproducentes frente a la oferta electoral que dispuso la oposición. Claramente en las PASO fue mucho más tentador ir a votar por opciones alternas a las listas unificadas del Gobierno nacional. En Casa Rosada tomaron nota de esto y comienzan a instalar la idea de que habrá lugar para todos en 2023.

Ecos del festejo de la militancia: el paraguas abierto de la interna que los contenga a “todos”

La liga de gobernadores hace fila. Jorge Miltón Capitanich, el gobernador mejor rankeado por el resultado en su distrito, pasó por Balcarce 50 y dejó en claro su posición y sus intenciones de competir. El que suena como opción en una interna es el ahora jefe de gabinete, Juan Manzur, ahora debilitado por la escueta victoria en Tucumán. Misma situación que sanjuanino Sergio Uñac.

El otro número que siempre aparece como opción del cristinismo es Axel Kicillof, el gobernador de Buenos Aires debería decidir si deja su gestión en territorio bonaerense con un solo mandato cruzado por la pandemia. Y el restante es la tercera pata de la coalición, el presidente de Diputados, Sergio Massa.

La rosca oficialista tendrá dos años intensos, a la reactivación y la gestión pos-pandemia se le sumará la carrera por los lugares que ahora tiene la intención manifiesta por parte del Presidente de incluirlos a todos.