El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, en vísperas del 24 de marzo y del 2 de abril, publicó un texto llamado "Soberanía, Memoria y Democracia" que se propone como un manual de educación para concientizar a los alumnos. Sin embargo, Juntos por el Cambio sostuvo que el contenido busca un "adoctrinamiento político" y que "revela una mirada única, autoritaria y falaz".

La Argentina recordará este jueves el 46° aniversario del golpe de Estado de 1976 que lideró Jorge Rafael Videla. A su vez, el sábado 2 de abril se recordarán los 40 años de que esa misma dictadura militar inició la Guerra de Malvinas. Luego de dos años de pandemia del coronavirus, se espera que haya importantes manifestaciones para recordar ambos acontecimientos.

En ese marco, la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense propuso un texto que se llama "Soberanía, Memoria y Democracia". El objetivo es explicar los contenidos desde una perspectiva histórica y remontándose en esos últimos dos hechos que, a día de hoy, dejaron una marca oscura en la historia argentina.

"Estas conmemoraciones de la historia reciente contienen un enorme espesor histórico y consideramos que las educadoras y los educadores de la provincia de Buenos Aires tenemos el deber ético y pedagógico de trabajarlas en las aulas", dice la introducción de material didáctico.

El contenido enumera una serie de leyes provinciales y nacionales que permiten el abordaje con esta mirada social y política. A su vez, consideran que "resulta de vital importancia para la educación que en todas las escuelas y en todo el territorio de la Provincia se promueva afianzar la formación de ciudadanas y ciudadanos con crítica, capaces de ejercitar la memoria colectiva".

Dentro de la mirada crítica sobre lo que fue la última dictadura militar, además de los crímenes de lesa humanidad y del plan sistemático de la desaparición de personas, la cartera cultural y educativa propone no "reducir a la manifestación más siniestra del terrorismo de Estado", sino que también apunta a  "el aprendizaje de la complicidad de diversos actores sociales con la dictadura", entre ellos el apoyo "civil, económico, político y religioso".

"Es necesario dar cuenta de que algunos de los objetivos principales del proceso que comenzó el 24 de marzo de 1976, era terminar con la sociedad producto del proceso de industrialización por sustitución de importaciones, desarticular los lazos sociales y desarticular el Estado de Bienestar", dice el texto.

Y es en este punto donde Juntos por el Cambio mostró una fuerte queja contra la gestión de Axel Kicillof. En uno de los párrafos, el texto educativo insta a las escuelas a que enseñen el daño que ocasionó el golpe militar "con una mirada analítica sobre el lema económico «achicar el Estado es agrandar la Nación», sin pasar por alto las ideas educativas desplegadas por la última dictadura militar y las líneas de continuidad que aún persisten en el tiempo".

"Es clave analizar por qué, desde 1976 y también en algunos períodos democráticos, se subordinó el Estado al mercado, naturalizando en nuestra subjetividad el endeudamiento y la fuga de capitales, la evasión y la concentración de la riqueza, la monopolización económica y empresarial, la destrucción del aparato productivo, la dolarización de la economía, la precarización laboral, la pobreza de vastos sectores de la población y la desarticulación del tejido social comunitario, instalando el supuesto de que el interés individual estaba por encima del bien común general. Estas decisiones han profundizado otras problemáticas que afectan la trama de la convivencia social y a las y los jóvenes de nuestras barriadas y escuelas, como el narcotráfico, la violencia institucional, de género, social y racial", profundizan.

Debido a esto, desde Juntos por el Cambio presentaron un proyecto de resolución en el que cuestionan a la cartera provincial por los contenidos dictados y difundidos. "El documento Soberanía, Memoria y Democracia, distribuido en todas las escuelas del sistema, propone una visión sesgada del pasado, procurando mediante confusas asociaciones emparentar a la Dictadura Militar con períodos de origen democrático. Dicha visión, la que sostiene el espacio político que hoy gobierna, revela una mirada única, autoritaria y falaz de nuestro pasado reciente, impidiendo a la Escuela desarrollar una de sus misiones fundamentales, como es la de incentivar el pensamiento crítico", dice el texto presentado en el Congreso.

La queja fue presentada por el ex ministro de Educación y actual diputado nacional bonaerense, Alejandro Finocchiaro y acompañan en la firma Cristian Ritondo, Alberto Asseff, Federico Angelini y Gustavo Santos, entre otros.

"Mediante este documento, y contactos que desde la Instancia de Inspección se hicieron con los equipos directivos de los establecimientos escolares de la Educación Obligatoria, vemos como el Ministerio de Educación bonaerense (DGCyE), el mismo que abandonó a los estudiantes y a los docentes durante los dos años más crudos de la pandemia, provocando el más severo apagón educativo del que tengamos memoria -cuyo impacto dañino estamos lejos de poder dimensionar todavía-, reaparece en escena con el fin de manipular la interpretación de la compleja tragedia que representó la última dictadura militar", agrega el texto opositor.

"Esa deliberada confusión que provoca el documento con lineamientos para trabajos escolares, en lugar de proponer una saludable reflexión sobre el nuevo abordaje de los irrenunciables derechos humanos, reduce aquel período a una determinada concepción del Estado y la economía, sin dudas con el objetivos de incidir en el debate actual en favor del espacio que gobierna más que para echar luz sobre un proceso tan complejo; mucho menos para desarrollar espíritu crítico en nuestros estudiantes, considerados nuevamente como audiencia cautiva en lugar de sujetos de derecho", cierra Finocchiaro.

El texto de la cartera provincial también reclama que los delitos de lesa humanidad se deben abordar desde la perspectiva de género. "El abuso y la violación, sumado a la tortura de las mujeres detenidas desaparecidas —recientemente agregado a las causas que se tramitan contra genocidas y torturadores— son temáticas para visibilizar y trabajar", plantean.

Por último, a modo de cierre, el texto reflexiona que "desde aquellos dolores no resueltos del pasado reciente que aún no han terminado, necesitamos construir el tiempo por venir de nuestra Patria, fortalecida por un “nosotras y nosotros comunitario”, estructurado desde la Memoria, la Verdad y la Justicia para sanar las heridas y recomponer lo destruido, aspirando a ser una sociedad justa, igualitaria, democrática y soberana".