Axel Kicillof recibió ayer a todos los intendentes del Frente de Todos en La Plata en un claro gesto de agradecimiento por la remontada lograda en las elecciones. Se trató, claro, de un encuentro más centrado en lo social que en lo político. Al fin y al cabo eran muchos jefes comunales y dirigentes para una gran mesa de diálogo en la que, se sabe, hay diferentes posturas y también diversas prioridades para los espacios que conforman la coalición de gobierno provincial.

Para Kicillof también significó la oportunidad de reconocer de primera mano el esfuerzo realizado por los jefes comunales, sobre todo en aquellos distritos de la primera, la cuarta y la séptima sección con los que se logró conseguir el empate buscado en la Cámara alta para sostener la gobernabilidad. De ahí que entre los dirigentes aparezca la figura de Eduardo “Bali” Bucca, el senador electo por la región central de la Provincia.

Los temas a tocar eran varios. Pero solo hubo un orador: Axel Kicillof. Y lejos de poder abordar algunas de las temáticas de interés como el fin de la reelección indefinida, el gobernador comunicó alguno de los ejes fundamentales de lo que será el abordaje político de 2022, como parte del presupuesto, ya sin la pandemia como objetivo horizontal. 

Pero claro, los intendentes buscaban algún tipo de mención a la reelección indefinida. Y se quedaron con las ganas. La idea de que toda transformación lleva su tiempo que bajó Kicillof, no convenció. “Necesitamos certezas. Fue una reunión para que el gobernador tenga una foto de unidad. Nos sirve a todos como frente, pero no nos llevamos nada concreto”, le dijo a Data Clave un intendente de la quinta sección.

Los jefes comunales ya avisaron que necesitan algo concreto para antes del 10 de diciembre, que es cuando se cumplen los dos años de mandato por los cuales, de no cambiar nada, ya no podrían ser electos. En ese esquema, justamente, también se mencionó la creación de algunos ministerios. Pero aún, según dijo el gobernador, no hay nombres.

Se sabe que el Frente Renovador está a la espera de un llamado. Así lo sienten. Entienden que en Nación hay una idea de Frente de Todos que involucra. Algo que, desde el massismo, aseguran que en Buenos Aires no existe. Claro, esos mismos ministerios también abren nuevos lugares para que los jefes comunales peguen el salto y no queden pendientes de lo que se decida sobre la reelección indefinida.

Escenario

Frente a esta situación, Kicillof sabe que debe hilar fino en el largo camino hacia 2023. Y en esa línea el primero que salió a bancar la idea de una reelección fue el ex ministro de Salud y diputado electo, Daniel Gollán, quien en las últimas horas aseguró que le “encantaría” que el gobernador pueda continuar. “Para cambiar la estructura de la provincia que viene con serios déficits desde hace décadas se necesitan 8 años mínimo”.

El mandatario provincial ya empezó a mover el avispero rumbo a las futuras elecciones. Sin embargo, tiene por delante un triple desafío interno más allá de todas las problemáticas que se le puedan presentar en el camino. En lo inmediato, deberá resolver la discusión sobre la reelección indefinida.

Y si algo se llevaron ayer los jefes comunales del encuentro fue la confirmación de que Sergio Massa no acompañará ningún tipo de acción legislativa para dar de baja la ley. Es por esto que la presión no disminuye. Todo lo contrario. 

Para colmo, como interlocutor válido entre los intendentes y el gobernador está el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, quien, en definitiva, hoy es el principal rival interno que tiene Kicillof para 2023.

Así lo ve el propio gobernador, quien necesita del apoyo del lomense, los propios jefes comunales, que ven en Insaurralde a un par capaz de entender la dinámica del jefe comunal. E incluso de esa manera ya lo plantean desde algunos sectores de la oposición que hablan de “un doble comando” por la fuerza que el jefe de Gabinete ganó en el ejecutivo provincial.

Kicillof obtuvo la foto requerida para empezar a tomar envión hacia 2023. Sin embargo, de no solucionar los frentes internos la idea de reelección parece lejana.