Ayer por la tarde sorprendió la noticia de la renuncia de la viceministra de Educación de la Nación, Adriana Puiggrós, aunque puertas adentro del ministerio no sorprendió tanto. Fuentes de la cartera evaluaron hoy que ante Data Clave, que la ahora ex ministra “mantenía una relación muy tirante con integrantes del equipo y tenía dificultades para vincularse".

La realidad es que la dimisión de Puiggrós no surgió de un día para el otro. Desde que asumió no logró encontrar su lugar. Finalmente, decidió presentar su renuncia el viernes y recién fue aceptada ayer. Según trascendió, las grandes diferencias de criterio con el titular de la cartera, Nicolás Trotta, fue el motivo principal de su decisión. Fuentes de la cartera evaluaron Según pudo saber Data Clave, la ahora ex ministra “mantenía una relación muy tirante con integrantes del equipo” y tenía dificultades para vincularse.

“A mediados de junio, el ministro la desplazó de algunos aspectos pedagógicos de regreso a las aulas. Las diferencias no son de características políticas, sino con la intensidad de laburo y con su actitud humana”, indicaron a Data Clave fuentes cercanas al ministerio.

La exviceministra, con larga trayectoria en el ámbito político y académico, no logró construir un buen vínculo y la relación con su propio equipo era mala.  El muy alto perfil de los miembros del gabinete de la cartera de Educación generó “guerras de egos”, que no contrubuyen a la construcción de ningún equipo de trabajo.

Uno de los puntos de conflicto tuvo que ver con sus reiteradas ausencias en el Ministerio, algo que generó rispideces.

Alejada de su cargo, la pedagoga continuará asesorando al Gobierno nacional en materia educativa. Aún no se sabe quién la reemplazará. Puiggrós fue consultada por Data Clave, pero no brindó declaraciones.