Horacio Rosatti, presidente de la Corte Suprema, asumió al frente del Consejo de la Magistratura y en las próximas horas se les tomará juramento a las nuevas representantes, para así dar cumplimiento a la sentencia que en diciembre pasado declaró la inconstitucionalidad de la integración con 13 miembros.

Esta decisión del Máximo Tribunal no sorprendió a nadie, ya que se estaba esperando que Rosatti tomara las riendas del órgano encargado de la selección y sanción de los jueces, tras vencer los 120 días fijados para que Congreso sancione una nueva ley o el Consejo adapte su composición a una ley anterior.

El proyecto enviado por el Ejecutivo obtuvo media sanción del Senado, pero quedó "trabado" en Diputados. En este sentido, el jefe del bloque del Frente de Todos en Diputados, Germán Martínez, había afirmado que era "imposible legislar en tan exiguo plazo sobre un tema tan profundo", y sostuvo que si el presidente de la Corte asume la presidencia del Consejo en virtud de la ley 24.937, sancionada en 1997, lo hace con una normativa derogada hace 16 años atrás y consolida "un hecho gravísimo para la vida institucional argentina".

En la misma línea se pronunció el bloque de diputados y diputadas oficialista al calificar de "enorme gravedad institucional que -amparados en una legislación derogada en febrero de 2006, por una ley del Congreso- el presidente de la Corte suma a la presidencia del Consejo". "Asume facultades legislativas que están expresamente prohibidas al Poder Judicial", esgrimió el FdT a través de un comunicado.

De este modo, el bloque le exigió al Máximo Tribunal argentino un plazo de 90 días para que se debata la reforma en la Cámara Baja. "Así como la Corte tuvo 1.577 días para estudiar el expediente sobre la constitucionalidad de la confirmación del Consejo es de absoluto sentido común que podamos contar con un plazo razonable para poder legislar sobre una nueva conformación" añadieron.

El FdT se divide entre críticas a Rosatti y un pedido de más tiempo para debatir reforma al Consejo de la Magistratura

Por su parte, el ministro de Justicia, Martín Soria, fue más duro y cruzó directamente a Rosatti: "Pretende asumir el Consejo de la Magistratura: sí, el mismo que Macri designó a dedo; que se auto votó para presidir la Corte y que dictó el fallo que lo puso a la cabeza del órgano que designa y remueve jueces".

Desde el interior del cuerpo, la diputada y consejera Vanesa Siley (FdT) acusó a la Corte de arrogarse "facultades legislativas" y cambiar la "Constitución Nacional a su imagen y semejanza".

El sector más ligado al Frente Renovador también expuso públicamente sus cuestionamientos. La diputada Monica Litza aseveró que es "incompatible con el texto de la Constitución permitir que quien preside y administra la Corte Suprema, a la vez, también presida el órgano que administra el Poder Judicial".

"¿Volvimos a 1945? 'El gobierno a la Corte' era la consigna de los gorilas en los primeros meses de 1945. Provocaron el arresto de Perón y el 17 de octubre. No cambian nunca. No aprenden más. Ni siquiera actualizan los métodos", lanzó desde su cuenta de Twitter.