El año electoral se juega fuerte y desde bien temprano, por lo que el verano tuvo poco de ocio y descanso y mucho de rosca y campaña. En ese derrotero, como era de esperarse, la mayor actividad se dio en la oposición, donde ya hay varios candidatos lanzados en la carrera por el sillón presidencial. Una de ellas es Patricia Bullrich, que deberá sortear una intensa disputa en el PRO antes de ir por la puja con la UCR en las PASO. Y esa reyerta doméstica está lejos de quedar exenta de polémicas, chispazos y acusaciones cruzadas de fuego amigo. 

En efecto, en las últimas horas se abrió un nuevo capítulo de la pelea entre los amarillos. El dato es que esta vez, el flanco por el que le “entraron” a la presidenta del partido fundado por Mauricio Macri fue uno de sus fuertes: las políticas de seguridad. “Patricia dobla en todas las curvas a 180, no se puede dejar muertos en todos los desalojos”, disparó la exasesora del ministerio de Seguridad, Florencia Arietto el martes a la noche en TN. El dardo reavivó el dolor de una vieja herida.

Como era de esperar, las pirotécnicas declaraciones de la abogada penalista cayeron como un baldazo de agua fría en el entorno de Bullrich. El enojo es grande y va en aumento. Desde las filas de “la piba”, sostienen que “ella tuvo una etapa de halcón porque el marido (Federico Jakimowicz)se refugió en Patricia cuando lo rajaron del ministerio de Seguridad en la gestión de Aníbal Fernández”.

En la misma sintonía, allegados a la presidenta del PRO aseguran que “hace poco hubo un cónclave en Puerto Madero de una pata peronista de JxC que empieza a coquetear con Horacio (Rodríguez Larreta)”. Y dispararon: “Esa chica es una mercenaria”.

Pero en cada historia hay dos campanas, máxime en la política, donde las versiones se multiplican y la realidad es una u otros según el prisma por el que se mire. “Florencia no abrazó ningún ideario, está sobreviviendo en una selva. Massa la echó a la mierda y no le iba a dar el gusto a todos los mismos de siempre de no jugar más”, apuntó a Data Clave un dirigente cercano a Arietto que conoce las idas y vueltas del caso. “Ella sostiene las banderas de siempre”, aclaró.

La versión del ‘rincón’ de la abogada es otra a la que sostienen los ‘halcones’. “Hace un año habló con Patricia y le dijo que no podía dividir el voto de la provincia porque no había ballotage, le dijo que no iba a trabajar con una persona como Millman que aparte de no saber nada de política era desagradable y maltrataba compañeros", arremetieron. 

“La única opción viable era (Diego) Santilli, porque había ganado las legislativas. Si dividía, perdíamos. ¿Qué hizo? Cerró con (Joaquín) De La Torre y con (Javier) Iguacel. Ahí es cuando decidió acompañar a Diego”, confiaron desde el entorno de Arietto a este medio. “Hace un año que estamos laburando con Santilli para ganar la provincia”, sentenciaron.

En este escenario, el PRO suma una nueva interna en una competencia que no dará respiro hasta las PASO. Las acusaciones de fuego amigo están a la orden del día y quien capitalice mejor los enfrentamientos será el que ría al final. Las viejas y nuevas heridas, sanarán más tarde o más temprano. Mientras tanto, en la campaña no hay fair play y vale todo.