Como todos las semanas, el PRO llevará adelante este lunes su encuentro de la mesa provincial. Los dirigentes bonaerenses de cada línea interna tendrán su representación como también los intendentes, los legisladores y los llamados "sin tierra". Pero como ya viene sucediendo desde hace varios lunes atrás, la mirada ya no estará puesta en la vereda de enfrente. Sucede que, en la actualidad, el partido amarillo está obligado a intentar resolver las diferentes problemáticas que genera la interna.

Tanto Horacio Rodríguez Larreta como Patricia Bullrich están decididos a jugar una PASO nacional y, en consecuencia, los comicios tendrán su reflejo provincial con Diego Santilli y Néstor Grindetti como representantes. Claro, detrás de ellos hay una tropa a la expectativa de saber cuáles serán las definiciones nacionales y qué implicancia tendrá eso en el armado de las listas de cara al 24 de junio.

La irrupción de José Luis Espert y la discusión en torno a por qué la llegada de Juan Schiaretti significaría una “apertura”, como sostuvo Larreta, o un “amontonamiento”, como lo llamó Bullrich, obligó a poner otra pausa en la Provincia. Sucede que todos vienen con sus propias condiciones. Y en relación a lo que se resuelva arriba, impactará en la Provincia.

Lo que que quedó en evidencia es cómo los intendentes PRO pasaron del temor a la bronca. Y eso es lo que ya expresan hoy en charlas informales. “El panorama está complicado porque lo están complicando nuestros líderes”, le dice a Data Clave un jefe comunal de los 22 con los que cuenta el partido amarillo. Y agrega: "Tenemos que proteger a los intendentes del PRO, es simple. No podemos hacer la locura de no protegernos a nosotros y sí a los de la UCR. Tenemos que ir con una V corta y que la gente arriba vote lo que quiera".

Los jefes comunales quieren resoluciones a su favor. Y por más que Rodríguez Larreta aseguró que su intención “es defender a los intendentes y garantizar su continuidad”, en los hechos la compulsa sigue activa y sin definirse.

Para colmo, cada línea tiene la presión de las distintas facciones del radicalismo de plantar un vicegobernador. El presidente del comité provincial, Maximiliano Abad, se muestra abierto en ambas direcciones pero con la presión de los intendentes en favor de Bullrich, mientras que el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, empuja para el lado de Larreta.

Además, Santilli piensa en una lista que, en cada distrito, deberá tener la representación de quienes juegan a su favor. De las dos líneas de peronismo no kirchnerista en la primera y en la tercera, la primera encabezada por Darío Kubar y la otra por Claudia Rucci. Grindetti, por su parte, con los propios de Hacemos en la tercera y el delatorrismo en la primera sección.

En ese sentido, el cuadro más complejo lo tiene el jefe comunal de Lanús. Las negociaciones con Cristian Ritondo vienen con varias pretensiones por el lado del diputado nacional debido a la presencia que tiene en más de 90 distritos. No solo por lugar en listas sino por quiénes serán los candidatos a intendentes en los distintos distritos.

Ambos gobernadores, también, tendrán a Jorge Macri presionando por un espacio para los suyos. Y habrá que ver cómo termino posicionándose María Eugenia Vidal, quien deja una gran cantidad de heridos.