El Partido Justicialista (PJ) de Chivilcoy manifestó en las últimas horas su repudio por la presencia en la ciudad del referente de Revolución Federal, Jonathan Morel. A través de un comunicado, el partido expresó que "ahora tenemos a un neonazi en nuestras calles" y apuntó contra la "maquinaria de impunidad de Comodoro Py".

Morel fue detenido en la causa que investiga el accionar del grupo Revolución Federal tras el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner el pasado 1 de septiembre en las inmediaciones de su casa en Recoleta.

Tras retomar su libertad en noviembre pasado tomó la decisión de viajar a Chivilcoy, donde vive su abuela, y allí empezó a trabajar de mozo. Luego de pasar por un bar en el que fue reconocido, decidió renunciar después de ponerse de acuerdo con el dueño del comercio y ahora trabaja en Handicap, la cafetería del Club Social donde le dijeron que mientras no mezcle sus cuestiones personales con el trabajo estaba bien, según expresó en diálogo con el medio La Razón.

Yo me hago cargo de mis pensamientos y de mis actos. De hecho, con mi abuela no coincidimos políticamente, pero la realidad es que me reconocieron varios clientes, y no me escondo. Si me preguntan si soy el de la antorcha digo que sí, pero no me oculto. Nunca fui violento cuando me reconocieron”. Y agregó: “Mi enojo con los políticos es otra cosa. Yo no estoy enojado con los militantes kirchneristas sino con un político al que no le importa si estás cagado de hambre o que labures doce horas. A Cristina Fernández no le importa la vida de ningún militante y ellos se desviven por la 'jefa'".

Tras darse a conocer la entrevista desde el PJ salieron a cuestionar su presencia en la ciudad al señalar que se trata de una persona "que está siendo investigada por un hecho que produjo zozobra y conmoción social en la población argentina". Y se manifestaron en contra del “accionar de una ´Justicia´ que condena a los chivilcoyanos a tener que convivir con este monstruo que ha sido promotor de violencia política de manera pública”.

En Chivilcoy, Morel comenzó a trabajar de camarero, pero algunos vecinos lo reconocieron y manifestaron su repudio con carteles en la vía pública: "Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan (Revolución Federal) los vamos a buscar", se pudo leer en uno de los pasacalles que colgaron.

Asimismo, señalaron que "para alguien desprevenido puede parecer una persona común sirviendo un café en un bar" pero "es un fanático guiado que promueve la violencia y la eliminación física de quienes son objetos de su odio".

Además, criticaron que hay una "Justicia que mira para otro lado, demora la investigación del intento de asesinato de la vicepresidenta", y donde los jueces "mantienen vínculos explícitos con las corporaciones mediáticas y el macrismo".

En diálogo con Data Clave el diputado bonaerense Fabio Britos, aliado del Frente de Todos en la Legislatura y hermano del intendente local, el vecinalista Guillermo Britos, manifestó que “hay que respetar a la Justicia y hasta que una persona no sea condenada tiene derecho a visitar o permanecer en cualquier parte del país”.

Cabe recordar que Morel, quien se presenta como carpintero, recibió pagos millonarios de un fideicomiso de la familia de Luis “Toto” Caputo, exministro de Finanzas de Mauricio Macri. El argumento de Morel fue que se trató de pagos por una serie de productos que le vendió para un emprendimiento en la Patagonia, aunque no supo responder con precisión qué tipo de muebles eran ni cómo es que un carpintero con tan poca experiencia había cerrado un negocio tan suculento.