Este domingo por la noche aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza un Lear Jet 31, propiedad la empresa Servicios y Emprendimientos Aeronáuticos. La particularidad es que en este vuelo privado viajaba de retorno a la Argentina tras unas mini-vacaciones junto a parte de su familia el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.

Rápidamente el funcionario se retiró por pista y trató de disipar las dudas respecto a las dos cuestiones que ensombrecieron su travesía, que tuvo en su itinerario de ida una escala en Montevideo, que se salteó para el regreso: los cuestionamientos respecto de la oportunidad del descanso, teniendo en cuenta el contexto político y social; y el error de cálculo respecto a la posibilidad de asistir a la apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura porteña, lo que finalmente no pudo hacer por verse obligado a cumplir con el aislamiento correspondiente.

“Este lunes el Jefe de Gobierno no asiste a la apertura de sesiones en la Legislatura porque prefirió irse de vacaciones. Hablemos de responsabilidad”, expresó la legisladora del frente de Todos, Victoria Montenegro. La oposición porteña se encolumnó detrás de ese mensaje para manifestar su rechazo a la decisión de Larreta de tomarse vacaciones previo a esta jornada y no participar presencialmente de la sesión.

Desde el entorno de Larreta señalaron que previo a viajar, al jefe de Gobierno le habían asegurado que a la vuelta no debía cumplir cuarentena por ya haber transitado el contagio de coronavirus hace menos de 90 días.

La llegada de Larreta junto a su familia. La polémica tuvo que ver con el pedido de "viaje humanitario" cuando el mismo jefe de Gobierno porteño admitió que fueron vacaciones.

No obstante, y en el marco de la prórroga del DISPO dictado por el Gobierno Nacional, desde la Ciudad resolvieron que el discurso sea en forma virtual para que Larreta cumpla con el aislamiento de 10 días, “como deben hacer todos los argentinos que regresan al país”.

El viaje que se inició el martes no había sido notificado públicamente y recién trascendió el jueves cuando se conoció una nota enviada a distintos organismos nacionales con fecha 19 de febrero dirigida al Ministerio de Salud, la Dirección Nacional de Migraciones y el Ministerio de Transporte. Allí se requería autorización para un viaje motivado en “estrictas razones humanitarias”.

En la carta a los funcionarios nacionales, se solicita “autorización para el vuelo de la empresa Servicios y Emprendimientos Aeronáuticos S.A. proveniente de la ciudad de Montevideo, Uruguay con destino final en el aeropuerto internacional de San Fernando el día 28 de febrero de 2021 trayendo a la República a cuatro connacionales”. Data Clave pudo confirmar que los “cuatro connacionales” en cuestión fueron el jefe de Gobierno, su hermano Augusto, la hija mejor de Horacio, y el hijo de Augusto.

Desde el entorno de Larreta le dijeron a Data Clave que “viajaron en un taxi aéreo privado, que la línea de vuelo fue Ezeiza-Buzios, con escala técnica en Uruguay para cargar combustible”;. Ratificaron que viajó junto a su hija menor, invitado por su hermano Augusto y su sobrino menor. Respecto al motivo del viaje, aseguraron que “no se entiende por qué enese documento oficial pusieron ´Humanitario´”.

Según la fuente consultada por este medio, de extrema confianza del jefe de Gobierno, “el pedido no fue hecho como tal”. No obstante, no pudieron aclarar si fue la empresa o Augusto el responsable de la solicitud.

Finalmente hubo cambio de planes: el Lear Jet no llegó a San Fernando, sino a Ezeiza y no hubo escala en Montevideo, sino que retornó directamente desde Buzios. Curiosamente, esta vez no hubo repostaje como en la ida, aunque se habrían mantenido los motivos "humanitarios".