El Senado convirtió en ley el proyecto que elimina la cuarta categoría en el impuesto a las Ganancias con la presencia de la vicepresidenta Cristina Kirchner en la conducción de la sesión. El oficialismo consiguió 38 votos positivos y 27 rechazos, en su mayoría de Juntos por el Cambio y la senadora por Córdoba, Alejandra Vigo. 

Con esta sanción, casi 900.000 trabajadores dejarán de pagar el tributo a partir del 1 de enero. En contrapartida, se crea un impuesto “cedular” para gravar a los altos ingresos, aquellos superiores a 15 salarios mínimos vitales y móviles, un sector de casi 90.000 altos cargos registrados.

Desde Juntos por el Cambio, el senador Martín Lousteau consideró que “este diseño es regresivo” porque no hay impuesto “más progresivo” que el Impuesto a las Ganancias. “Es el que hace que el sistema sea un poquito más justo. Antes lo pagaba el 17% de trabajadores formales en relación de dependencia, ahora el 3%”, explicó el radical.

Por su parte, el senador por Chubut y gobernador electo del PRO, Ignacio Torres, señaló que “todos entendemos que el salario no es ganancia, pero pido responsabilidad a la hora de discutir estos temas, en ningún artículo de este proyecto se habla del fondo compensador para las provincias”, afirmó.

“Mi provincia va a tener una pérdida de unos de 50.000 millones de pesos, que impacta directamente con esta modificación del Impuesto a las Ganancias. Pérdida que va a impactar en muchos de los servicios que tienen los trabajadores, como es el boleto obrero”, indicó Alejandra Vigo, senadora del peronismo cordobés. 

Uno de los senadores que definió la balanza es el rionegrino Alberto Weretilneck, que en sesiones pasadas había negado el quórum, en este caso se sentó y votó por la positiva. “Estamos viviendo un momento histórico, fundamentalmente desde los derechos de los trabajadores, al terminar con 87 años del impuesto que gravó los salarios de mujeres y hombres trabajadores en Argentina”, dijo. 

Para cerrar, con la cúpula sindical de la CGT, se cantó la marcha peronista en una postal que pocas veces se da en un Senado que suele tener reglas más estrictas en cuanto a los festejos. La vicepresidenta se mantuvo en todo momento y saludó a los palcos en donde estaban los referentes de los gremios.