A diferencia de lo que sucede con Venezuela, en el análisis de otros procesos que suceden en la región parecería no haber fisuras en el discurso oficialista. Cancillería definió su posición respecto a las noticias que llegan desde Ecuador y Bolivia, que van en sintonía a lo manifestó el presidente Alberto Fernández pero también otros actores del amplio espacio gobernante.

“El Gobierno de Áñez es un Gobierno ilegítimo porque es resultado de un golpe de Estado y, por lo tanto, no reconocido por nosotros, creemos que Bolivia debe volver rápidamente al orden constitucional", aseguró Guillermo Chaves, jefe de Gabinete de Cancillería, ante la agencia de noticias Télam. La declaración es en el marco de la decisión de la presidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez de postergar -otra vez- los comicios para el 18 de octubre, y tras denunciar a Luis Arce -candidato del MAS, el partido de Evo Morales- ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE). 

"Desde la Cancillería seguimos con atención y vemos con preocupación maniobras que intenten afectar la voluntad popular, a través de acciones, como la manipulación del calendario electoral, la intención de proscripción de dirigentes políticos o de impedir la participación de fuerzas políticas", insistió el funcionario que en los últimos años transitó por el Grupo Callao, espacio liderado por Alberto Fernández en 2017. No obstante, Chaves aclaró que "el Gobierno argentino respeta la no injerencia en asuntos internos de otros estados”. 

También se refirió a lo que sucede en Ecuador: el Tribunal de la Corte Nacional confirmó la condena a 8 años de prisión contra el expresidente Rafael Correa (que se encuentra exiliado en Bélgica) y otros exfuncionarios. En siete meses son las elecciones en el país que preside Lenín Moreno y en un mes finaliza el plazo para la presentación de listas.

Sobre este punto, Chaves señaló, siempre en declaraciones a la agencia de noticias estatal:  "Sabemos que la persecución judicial por razones políticas o lawfare ha sido algo que atravesó Latinoamérica y que en los últimos años sirvió a ciertos Gobiernos como instrumento para anular la participación política de dirigentes muy importantes: lo intentan hacer con Evo Morales, ocurrió con Lula (da Silva), quisieron hacerlo con Cristina (Kirchner) y ahora con (Rafael) Correa"

Según Chaves, Alberto Fernández aspira a que tanto en Bolivia como en Ecuador "las instituciones funcionen en forma plena, transparentes con posibilidades iguales para todos los competidores y con existencia del fair play (respeto por las reglas de juego) democrático".