En un diálogo exclusivo con Data Clave, el diputado oficialista defendió el proyecto que Máximo Kirchner presentó a Alberto Fernández a principios de abril. Los alcances de la iniciativa, la desconfianza del sector empresarial a un nuevo "aporte" y la posibilidad de renovar enfrentamientos con la oposición.

-DC: ¿Qué opinas en general del proyecto?

Itai Hagman: Creo que es un proyecto muy importante, nos pone a discutir cómo enfrentar la crisis. No es justo que la crisis que tenemos hace años, agravada por la pandemia, recaiga solo sobre un sector de la sociedad. Lo que buscamos es equilibrar un poco la situación. Se trata de una contribución extraordinaria por única vez, a un sector muy pequeño. Al puñado de multimillonarios que le tocaría este aporte no le va a cambiar en nada la vida. Si le va a permitir al Estado llevar adelante política que llegue a millones de argentinos. No es una medida contra nadie. 

-DC: ¿No es un impuestazo que genera miedo? ¿No estaba alcanzado este sector con otros impuestos similares? 

IH: En primer lugar, no es un impuesto. Puede parecer una cuestión semántica pero no lo es. Ya existe un impuesto a los patrimonios que es Bienes Personales. Durante el gobierno de Macri se eliminó y en diciembre lo volvimos a incorporar con la ley de emergencia. Esto es una contribución extraordinaria por única vez. 

-DC: ¿Y no puede atraer una desconfianza a posibles inversores?

IH: No tiene nada que ver con la confianza ni con la inversión. Esto apunta a las personas humanas, a las personas físicas, no a las empresas. El patrimonio de las personas es un ahorro realizado previamente que se expresa en propiedades, en ahorros financieros. No modifica en nada a los capitales de las empresas ya que no se sustentan con los patrimonios de sus accionistas. Con lo cual, no interfiere en el proceso de ninguna empresa. Individualmente a las personas con más de 200 millones de pesos se le pide un aporte extraordinario de 200 millones de pesos. 

-DC: ¿Es lógico pensar que por encima de esos 200 millones de pesos haya tan solo 12 mil personas?

IH: Hay que tener en cuenta dos cosas. En primer lugar, que es sobre la declaración de bienes. Nadie que tiene un patrimonio por encima de esto declara todo lo que tiene. Está subvaluado. Lo otro importante es que buena parte de estos patrimonios son inmuebles declarados a valor fiscal. Y la valuación fiscal de una propiedad está muy lejos del valor de mercado. Una persona que declara un patrimonio de 200 millones reales seguramente sea 4 o 5 veces mayor. Nosotros solo nos podemos regir por la declaración jurada que se realiza para pagar Bienes Personales. Lo cual implica que el porcentaje que se va a aplicar sobre el patrimonio real es mucho menor.

-DC: Se habla mucho de sectores con poder de lobby, ¿puntualmente de este sector que tendría que hacer el aporte han recibido algún contacto?

IH: Que yo sepa no. Se da una situación paradójica en este debate que afecta a un 0,003% de la población. Obviamente, un sector poderoso. Hasta el momento todos los voceros en contra no están dentro de los que serían afectados por esta contribución. Periodistas y políticos de la oposición, que no van a ser afectados, han salido a hablar y los que entrarían en el aporte hasta ahora se mantienen en silencio. 

-DC: Muchos analistas económicos suelen poner como ejemplo a Uruguay que apuesta a recibir a los millonarios argentinos ¿Qué referencia tiene este proyecto en otros países del mundo?

IH: Es una medida que se está discutiendo en todas las economías del mundo. En todos los países desarrollados frente a situaciones de crisis, como la que generó el Coronavirus, se han tomado estas medidas. En EEUU hay un movimiento de millonarios con Bill Gates o Warren Buffet pidiendo que les cobren impuestos. Parece que estuviéramos discutiendo algo como si lo sacaramos de la revolución Bolchevique. Tenemos una economía destruida, millones de trabajadores que no pueden recibir sus salarios, cientos de miles de empresas que están semifundidas, ¿no es razonable que el que acumuló fortunas haga un aporte? Es una cuestión de sentido común.

-DC: ¿Es la base de una reforma tributaria?

IH: Argentina tiene una deuda histórica. Te diría que hay un amplio consenso en la necesidad de modificar el sistema tributario, tenemos un sistema tributario regresivo. Es decir, que le cobra más a la producción y al consumo que  a los patrimonios y los ingresos. Eso es algo que hay que revertir. Todos los espacios políticos coincidimos en esto pero cuando se pone en la mesa no se quiere discutir. Hay que discutir este tema, tenemos que ir a un sistema tributario progresivo. Eso significa que pagan más los patrimonios, los altos ingresos y pagan menos las actividades productivas y el consumo. Así es en todas las economías desarrolladas del mundo. Es una discusión que hace falta, podemos tener diferencias, pero nadie puede negar este debate. Estamos todos de acuerdo que hay que reformarlo.

-DC: ¿Por qué se demoró tanto la presentación del proyecto?

IH: Siempre tuvimos claro que al ser una contribución por única vez da lo mismo cuando lo tratemos. Que se haga en agosto o en junio o en octubre no nos modifica nada. Es un proyecto de esta naturaleza.

-DC: ¿Crees que la oposición va a acompañar?

IH: No se me ocurren argumentos en contra, más allá de que han tenido una actitud de boicot general durante toda la pandemia. No he escuchado un solo argumento convincente para estar en contra de una cuestión tan elemental, como en una crisis de esta magnitud, establecer una contribución extraordinaria de los sectores de altísimo patrimonio.

-DC: ¿Hay chances de que puedan bloquear el proyecto?

IH: Hay un acuerdo entre todos los bloques menos Juntos por el Cambio. No se explica más que por la actitud casi infantil que han tenido durante toda la pandemia para jugar a la polarización. Creemos que actuamos con mucha paciencia pero tiene un límite. Si ellos deciden boicotear vamos a llamar a sesión igual con el resto de los bloques. Ojala cambien de actitud y participen de los debates.