Jorge Rizzo fue cuatro veces presidente del colegio público de abogados de la ciudad de Buenos Aires. En su rol de letrado ha defendido al ex miembro de la Corte Suprema Carlos Fayt y al actual integrante Ricardo Lorenzetti. 

Respecto al comité que se integró para asesorar al presidente Alberto Fernández en la reforma de la Corte Suprema aseguró que “faltan integrantes del Colegio Público de Abogados y de la Facultad de Derecho” y agregó que “sobran penalistas”. Propone que “no se le toque el número de miembros a la Corte, quiero una Corte independiente, no una Corte adicta".

Data Clave: ¿Qué le sugieren los nombres incluidos en la comisión?

Jorge Rizzo: No veo a nadie del Colegio Público de Abogados y me parece un desastre. Con lo que ha hecho el colegio en los últimos diez años es insólito que ninguna de sus principales figuras estén en el debate.

D.C: ¿Y respecto a la especialidad?

J.R: Demasiados penalistas. La justicia es demasiado más amplia y si hay que hacer reformas no hay que hacerlas solo en el fuero penal. Entiendo que el Presidente sea penalista pero debería haber sido más amplio en una situación tan sensible como esta. 

D.C: ¿Según lo político?

Hay algo de diversidad, pero sigo creyendo que faltan las instituciones, la facultad de derecho y el colegio público.

D.C: ¿El nombre de Carlos Beraldi que le sugiere?

J.R: Que es un abogado de mucha valía y por ahí está bien que esté ahí. Es un abogado que trabaja de abogado, no me voy a meter con sus clientes.

D.C: ¿Qué opina respecto a una posible ampliación del número de integrantes de la Corte Suprema?

J.R: La ampliación si tiene como propósito tener una corte adicta no sirve para nada. Ya hemos vivido el cambio de número de miembros de la Corte, es más de lo mismo, vamos a repetir errores del pasado. Me da la sensación que lo que hoy se quiere hacer es nivelar la composición de la Corte y no tiene nada que ver con el funcionamiento del Tribunal.

D.C: ¿Y qué propondría?

J.R: Que no se le toque el número de miembros. Quiero una Corte independiente, no una Corte adicta.