Mientras el gobierno del presidente de ultraderecha Javier Milei avanza con su severo plan de ajuste y recortes del gasto público, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, busca posicionarse en el otro extremo.

El mandatario participó la semana pasada de la movilización organizada por las centrales obreras en contra del DNU y la Ley Ómnibus hacia la Plaza de los dos Congresos, con lo que hace más sólido su perfil opositor como jefe peronista de la provincia más grande del país.

Se diferencia así de otros gobernadores peronistas que se acercan al gobierno como el tucumano Osvaldo Jaldo, el catamarqueño Raúl Jalil y hasta el cordobés Martín Llaryora, quien ayer participó del encuentro de mandatarios provinciales con el ministro del Interior, Guillermo Francos, para acercar posiciones en apoyo a la Ley Ómnibus.

Ese posicionamiento le está dando resultados al gobernador bonaerense, ya que según una encuesta de la consultora Zuban Córdoba, se convirtió en este enero en el dirigente con mejor imagen del país con un 45,5%, seguido por la vicepresidenta, Victoria Villarruel con el 45,4% y Patricia Bullrich con el 44,4%, de imagen positiva.

"Ha habido una merma considerable del apoyo al Gobierno, prácticamente 10 ó 15 puntos. Estamos verificando esa merma prácticamente cuando empezamos a hablar de las posiciones económicas, cuando vemos el rol del Estado, cuando hablamos de la discusión respecto del libre mercado que Milei planteó en Davos", sostuvo Gustavo Córdoba, titular de la consultora.

Esa merma en el apoyo al Gobierno en menos de dos meses de gestión busca un lugar por donde canalizarse. Pero los dirigentes de la oposición no asoman mucho la cabeza, salvo Kicillof o el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela.

En esa línea, Kicillof no sólo busca referenciarse como líder político de su espacio, a partir del apoyo, por ejemplo, de un grupo de intendentes del conurbano, encabezados por el de Avellaneda, Jorge Ferraresi, sino que también busca ser vocero de los sectores económicos y empresarios perjudicados por la política económica del gobierno libertario.

De esta forma se interpreta el encuentro que el gobernador bonaerense mantuvo en la tarde del lunes con más de un centenar de representantes de cámaras y agrupaciones Empresarias nacionales y bonaerenses, “con el fin de analizar la situación actual del sector y el impacto de las medidas impulsadas por el Gobierno nacional”.

Antes los empresarios, Kicillof afirmó: “Lo que estamos viendo no es otra cosa que un plan de ajuste ortodoxo, convencional y clásico, como se hizo, en mayor o menor medida, en otras experiencias históricas”. 

“Los ajustados son los trabajadores, los pequeños productores, los cooperativistas, los vulnerables, la Cultura, la Ciencia y la Universidad; y las consecuencias recaen sobre la producción, la demanda, la baja del consumo y el poder adquisitivo”, agregó el gobernador.

Lo acompañaron en el encuentro los ministros de Gobierno, Carlos Bianco; de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Augusto Costa; la jefa de Asesores del Gobernador, Cristina Álvarez Rodríguez; la subsecretaria de Industrias, Pymes y Cooperativas, Mariela Bembi; el subsecretario de Desarrollo Comercial y Promoción de Inversiones, Ariel Aguilar; y la presidenta del Fondo de Garantías de Buenos Aires, Verónica Wejchenberg.