La convocatoria fue realizada en carácter de urgente. Y algunos intendentes se animaron a decir, incluso, que no sabían el motivo del llamado; pero ni siquiera por una cuestión de estrategia o de esconder el encuentro. La puja interna dentro del Frente de Todos necesita hoy de un cuidado de cirujano. Y en la provincia de Buenos Aires, lo saben. 

De ahí que la imagen principal del encuentro mostrara al gobernador Axel Kicillof rodeado de la vicegobernadora Verónica Magario y la vice del PJ bonaerense, la jefa comunal del Evita, Mariel Fernández. Se trató, en concreto, de una foto de otra foto. Que se armó horas después de la exigencia de los gobernadores para contar con un candidato único en las elecciones presidenciales.

Al respecto, Kicillof aseguró que “fue una reunión de trabajo. Se conversó sobre lo que se habló con los gobernadores. Se conversó sobre los escenarios políticos pero esta no fue una reunión resolutiva al respecto”. Sin embargo, uno de los mensajes quedó expuesto y es, también, el pedido de los intendentes: unidad.

Los jefes comunales de la primera y la tercera sección saben que tienen una parada difícil sin Cristina Fernández de Kirchner en la boleta es que, a diferencia de lo que pasa con el interior, el voto del Conurbano suele ser descendente. El problema que afronta hoy el espacio es que no hay nadie que aseguro el peso de la vicepresidenta. Y son los alcaldes quienes deben convertirse en las figuras que puedan traccionar el voto hacia arriba. 

En ese marco, la idea es clara: no generar una puja interna en los distritos que los desgaste en el mensaje concreto de ponerle un freno al avance de la oposición. 

Sobre esto el gobernador, fue claro: “La derecha tiene muchos candidatos pero un solo proyecto: el ajuste. Acá en la provincia de Buenos Aires tenemos pensado continuar con el trabajo y la producción. Hemos dejado muy en claro: salud, trabajo, producción, educación; estos son proyectos que queremos seguir adelante. Nuestra propuesta es muy concreta y es opuesta a quienes plantean obra pública cero. No sé quién va a hacer los centros de salud, las escuelas que faltan con obra pública cero”.

Lo cierto es que hoy el mandatario provincial tiene una resistencia interna en tres distritos propios. Y no porque particularmente haya un encono hacia él sino a la representación que encarna. Las ausencias de Juanchi Zabaleta, Mario Ishii y Fernando Gray de la reunión ya no llaman la atención. Hace rato que se abrieron de las fotos de unidad. Y hacia adentro temen que puedan ser parte de la avanzada que propone Daniel Scioli con Victoria Tolosa Paz en la Provincia. No es menor. Son tres distritos del Conurbano.

Si no nos ponemos de acuerdo, corremos el riesgo de perder distritos que nadie creería posible. Hoy la situación no parece tan jodida porque del otro lado están rotos, pero si en dos horas se ponen de acuerdo nosotros estamos mal perfilados”, le dijo a Data Clave un intendente que formó parte del encuentro de ayer. Y agregó: “No queremos que avance ninguna otra propuesta que no sea la que involucre a Axel como gobernador. Y tenemos que ir en esa línea desde ahora”.

La mira está puesta en la conducción del PJ bonaerense, en la figura de Máximo Kirchner. Sucede que los alcaldes quieren terminar con la novela de perfilar a Kicillof para la Nación. Y poder encolumnarse todos en ese armado. Vale recordar que el gobernador mantiene un acuerdo con el Frente Renovador, pero que a la vez el massismo tiene también sus arreglos con el líder de La Cámpora.

Es por eso que parte del otro mensaje que expuso ayer Kicillof con la foto es el de la reconfirmación de un apoyo general a su reelección. “Esta reunión fue una muestra contundente de que el Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires está sólido y dispuesto a seguir trabajando y darle al pueblo una propuesta muy clara para las elecciones”, manifestó para dejar en claro que su objetivo es seguir sentado en el Sillón de Dardo Rocha.