El flamante presidente de Independiente, Néstor Grindetti, dio a conocer en las últimas horas que se alejará por un mes de su rol como intendente de Lanús. El dirigente confirmó a través de sus redes sociales algunos detalles significativos en torno a los acontecimiento suscitados en torno a la entidad deportiva.

Tras una operación de la vista, Grindetti explicó que "cuando salí del quirófano me enteré que el presidente de Independiente, Fabián Doman, había renunciado. Rápidamente nos reunimos con la Comisión Directiva (CD) y lo que corresponde hacer es lo que marca el estatuto de Independiente que es llamar a una asamblea para que se elija dentro de la CD quién será el nuevo presidente. En el momento y hasta que eso ocurra, tengo que asumir la presidencia de Independiente”.

De esta manera, Grindetti tomó la decisión de pedir licencia durante 30 días para intentar acomodar la situación actual del club de Avellaneda. “Me voy a abocar al financiamiento de las deudas que tiene Independiente. Mientras tanto lo que les digo es que venimos trabajando el tema de la deuda, que es el problema más grave que hoy tiene Independiente y que nos dejó la gestión anterior”, aseguró en un mensaje que estuvo más dirigido a los hinchas que a los vecinos de Lanús.

Como explicó Grindetti, quien quedará a cargo del distrito será el jefe de Gabinete y secretario de Seguridad local, Diego Kravetz. “Ni bien culmine la licencia, volveré a mis funciones cómo lo hago habitualmente. Con todos los planes lanzados de pavimentos, salud, educación, seguridad y el mejoramiento de las plazas que ya estamos realizando. Diego y el equipo lo van a poder hacer de la mejor manera. Quiero transmitirles a mis vecinos de Lanús que estoy muy tranquilo con el trabajo que se va a realizar durante éste tiempo. El cambio que estamos haciendo juntos acá, no se va a detener de ninguna manera. Y sigo manteniendo el sueño de llevar adelante esos cambios a toda la Provincia de Buenos Aires”.

De esta manera, el dirigente expuso que no se baja de ninguna de todas las carreras que hoy lo tienen como protagonista. Incluso aquella que hoy lo expone como precandidato a gobernador bonaerense ahora encolumnado en la línea de la titular del PRO, Patricia Bullrich.

Kravetz asumirá un distrito complejo. Sucede que el partido amarillo consiguió ganar dos mandatos seguidos en un municipio de claro extracto peronista. Es por eso que Grindetti sabe del peso local de justicialismo y es por eso que tiene dentro de su gabinete a figuras locales peronistas, como la hija del histórico barón local, Manuel Quindimil.

No será un escenario ajeno para el ahora intendente. Vale recordar que Kravetz fue entre 2004 y 2009 presidente del bloque de legisladores del Frente para la Victoria en CABA y uno de los principales cuadros del peronismo joven de entonces. Pero no todo salió según lo pensado. Y el ahora funcionario de Lanús se alejó.

Kravetz llega un Lanús ecléctico. Un distrito donde el PRO logró ganar las dos últimas elecciones, pero con una particularidad: en ambas perdió las PASO y logró darlas vuelta en las generales tras sacar ventaja de una durísima interna en el Frente de Todos.

Si yo fuese intendente nunca me hubiera presentado para ser vicepresidente de un club”, aseguró en diálogo con Data Clave el diputado bonaerense, Nicolás Russo. El dirigente tiene conocimiento de causa. Fue durante muchos años presidente de Lanús y hoy busca ser intendente de la ciudad. “La decisión de Grindetti es clara: eligió entre los hinchas de Independiente y los vecinos de Lanús”.

Russo es, como referente del Frente Renovador, uno de los principales aspirantes con los que cuenta el Frente de Todos para dar la puja a nivel local además de Julián Álvarez (La Cámpora), Agustín Balladares (Evita), los gremios, la representación de Martín Insaurralde y Victoria Tolosa Paz.

Kravetz llega al distrito para comenzar a pisar las huellas dejadas por Grindetti, quien ya aseguró que no volverá a presentarse como candidato a nivel local. Un recorrido con la fuerza de ser oficialismo pero con las dudas de tener que enfrentar un peronismo que solo no consigue imponerse por no lograr la unidad. La gran batalla pendiente.