Las elecciones seccionales de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) arrojaron un resultado sorprendente. Tras 38 años al frente del sindicato a nivel regional, Francisco “Barba” Gutiérrez, perdió por primera vez la votación y ya no conducirá los destinos del gremio que tiene a Antonio Caló como principal referente nacional.

De esta manera, el exintendente de Quilmes por dos períodos (entre 2007 y 2015) le dejará su lugar a Adrián Pérez, quien ganó con el apoyo de la jefa comunal de Quilmes y referente de La Cámpora, Mayra Mendoza.

Se trató de una elección reñida en la que la Lista Verde, que llevaba a Pérez como candidato a Secretario General, resultó ganadora por 221 votos en una votación que contó con la participación de casi 2.600 trabajadores sobre un total de 5.300 afiliados.

Gutiérrez reconoció rápidamente la derrota, cuando los números ya eran imposibles de revertir. Ni la estrategia del ex intendente de incorporar a los trabajadores de cooperativas al padrón electoral impidió la caída.

Días antes de la elección, el candidato de la lista verde, Adrián Pérez, había asegurado que “la conducción debe oxigenarse desde su cabeza”, y que había un “desgaste” en la conducción de Gutiérrez.

Además, cuestionó que no cumpliera su palabra de jubilarse cuando llegara a los 65 años. “No critico a los demás compañeros digo lo que vamos a hacer nosotros son dos mandatos, la conducción debe oxigenarse desde su cabeza, y a los 65 años si querés seguir trabajando podes hacerlo pero en tu fábrica, volvé a tu fabrica, del gremio te tenés que retirar. El Barba llegó con eso y fueron los ejes que enamoraron a los compañeros delegados que nos enamoraron, yo creí en esas promesas de campaña”, lanzó.

Un hecho que supo capitalizar la lista ahora triunfante. Después de los primeros pasos y ya con la nómina que encabezó Pérez conformada se dio inicio a la segunda etapa: “Basta de reelecciones indefinidas”.

Gutiérrez utilizó su rol como secretario general para catapultarse a la intendencia quilmeña y, además, era un número puesto en la conducción nacional de la UOM y uno de los puntales en la toma de decisiones.

El quiebre político de Gutiérrez con buena parte de su conducción se terminó de consolidar con los posicionamientos políticos del exintendente, quien en 2017 le dio la espalda a Cristina Fernández de Kirchner y optó por subirse a la aventura electoral de Florencio Randazzo. Algo que, como se sabe, salió muy mal para todos aquellos que se pusieron detrás de esa causa. Su lista no superó las PASO.