El posicionamiento político tomado por el presidente Alberto Fernández en relación al fallo de la Corte en torno a la Coparticipación obligó a que los gobernadores expongan su movimiento interno de cara a la sociedad. El primer mandatario dio a conocer en las últimas horas que no acatará la decisión del Máximo Tribunal a través de un comunicado oficial que llevó la rúbrica de la gran mayoría de los representantes provinciales. Pero no de todos.

Los gobernadores de Santa Fe y Córdoba, Omar Perotti y Juan Schiaretti, respectivamente, no participaron de la reunión de este jueves en Casa Rosada. Ese fue el primer indicio. Pero no el único. Desde hace tiempo atrás, ambos mandatarios del centro del país vienen también apostando su juego político a un centrismo que los deja en los márgenes del peronismo y con claras intenciones de mostrar que se puede generar una vía por fuera de la grieta que divide al oficialismo y Juntos. 

Todos los gobernadores están de acuerdo en que esto es un atentado contra el federalismo y contra la democracia, contra las provincias preexistentes a la Nación. Algunos lo dicen y otros lo comentan por lo bajo por restricciones políticas”, aseguró este jueves, desde Almirante Brown, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Una vez más: no todos.

Perotti y Schiaretti se sumaron los opositores Gerardo Morales (Jujuy), Rodolfo Suárez (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes). Incluso pusieron su firma los aliados con los que hoy cuenta el gobierno nacional para determinadas situaciones en concreto como Arabela Carreras (Rio Negro) y Gustavo Sáenz (Salta).

Ambos mandatarios no se manifestaron al respecto todavía. Sin embargo, más allá de lo que puedan comunicar, se sabe, están jugando fino en el camino hacia el 2023. Schiaretti está convencido de salir a ser protagonista nacional el año que viene. El sueño de una candidatura presidencial lo seduce. Y no lo oculta. Su acercamiento al radical Facundo Manes y los reposicionamientos internos dan indicios claros de cuál es su determinación.

Perotti, por su parte, analiza cómo acomodar su futuro político. Cabe recordar que ambos gobernadores no podrán ser reelegidos en 2023. El mandatario de Santa Fe no ve claro su futuro dentro del Frente de Todos. Siente que los espacios para mantener a su dirigencia se achican y busca redireccionar.

Schiaretti busca ser parte de un frente federal con representación fuerte que pueda unir a otros dirigentes de peso como Juan Manuel Urtubey, Florencio Randazzo y Graciela Camaño, entre otros. Y Perotti podría calzar en el armado.

El análisis interno es claro: lograr un peronismo sin kirchnerismo que pueda aliarse a un radicalismo no conforme con el PRO. “Sin Cristina hoy todos pueden salir a competir en igualdad de condiciones. El Gringo es el principal referente por fuera del kirchnerismo como parte de una Provincia que no solo funciona sino que también tracciona”, le dice a este medio un diputado nacional encolumnado con el gobernador.

El entusiasmo interno es tan grande que hoy desde el schiarettismo consideran que “hay varios dirigentes que hoy figuran dentro del Frente de Todos que estarían dispuestos a sumarse a una propuesta encabezada por el Gringo”. El apoyo de Perotti no sería menor en ese marco. Se trata de las dos provincias más pobladas después de Buenos Aires.

Puertas adentro son claros. Schiaretti, como Perotti, por ahora eligieron el silencio. Sin embargo, la lectura interna es simple: “los fallos se acatan”.