El resultado de las PASO obligó a reformular la campaña de cara a las legislativas del 14 de noviembre. Y no solo en el oficialismo, que fue el gran derrotado de las primarias, sino que también la oposición se encontró con un escenario a priori inesperado que los colocó en un lugar mucho más expectante. 

Una vez más, la provincia de Buenos Aires fue y será el centro de la campaña electoral. Allí, el Frente de Todos recibió un duro cachetazo en la gran mayoría de los distritos. Solo logró un buen resultado en algunos distritos del conurbano y contados municipios del interior. El resto, todo ganancia para Juntos, que ahora deberá revalidar el crédito obtenido el 12 de septiembre. 

Ante el panorama adverso, el oficialismo buscó dar un golpe de efecto y optó por peronizar el gabinete nacional, apostando a pesos pesados y de la vieja guardia justicialista para reforzar la gestión de cara a lo que viene. En territorio bonaerense, también se sumaron dirigentes PJ al Ejecutivo, aunque la marca distintiva estuvo en la llegada de los intendentes a casa de Gobierno. El mensaje en las urnas fue interpretado como un castigo al sector más radicalizado. Menos relato y más acción parece ser la consigna.

Y en el marco de la campaña, uno de los reclamos que se escucharon desde varios sectores del peronismo fue la falta de referentes nacionales en la campaña. Y parece que eso ahora empezará a cambiar. Si bien los municipios tendrán la decisión final sobre si recibirán o no visitas provinciales o nacionales, el acompañamiento estará.

Y la oposición debe revalidar el crédito de las PASO. No será tarea sencilla, ya que la performance de septiembre superó las expectativas propias y ajenas. Ahora deberán sostener los votos que sumaron halcones y palomas, PRO, radicales y aliados. Allí también será clave el rol de los líderes nacionales para ordenar y convocar.

En búsqueda de la mística perdida

En los últimos días bajó a la provincia el referente máximo de La Cámpora en el país y hombre fuerte del gobierno nacional, Máximo Kirchner. En un acto dirigido a la militancia, el presidente del bloque de Diputados del oficialismo ensayó una arenga a los miles de simpatizantes que se dieron cita en Ensenada, uno de los pocos distritos donde ganaron. 

Hasta allí llegaron también el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense y dirigente camporista, Andrés Larroque, la candidata a diputada nacional, Victoria Tolosa Paz, entre otros. Además, ofició de anfitrión el intendente Mario Secco.

“No hay lugar para la tristeza y la melancolía. Me acuerdo en 2010, luego de la primera intervención que le realizaron a Néstor (Kirchner) no hacía otra cosa que trabajar, trabajar y trabajar. Nunca lo vi victimizarse ante una situación y cuando sintió que su fuerza no alcanzaba recurrió a su pueblo, porque ahí está la fortaleza y en su gente está la información del futuro”, arengó Máximo en su discurso ante la populosa concurrencia.

Máximo en un acto de la militancia en Ensenada

“Trabajemos por una militancia que hará mejorar las condiciones de vida y que hará que surjan los dirigentes que en el futuro representarán a nuestro pueblo. Les pido que la inspiración nos encuentres trabajando, porque nada sucederá porque si”, remarcó Kirchner.

También hubo dardos para los principales dirigentes de Juntos por el Cambio: “La pandemia nos ha quitado mucho, no caigamos en eso, ganemos tiempo con nuestro pueblo. Sacar chapa de gatito y maleva por no abrir hospitales no debería ser lo que el pueblo quiera para sí mismo”

“En 2009 tuvimos una pandemia menor que está. También tuvimos un colorado del otro lado (por Francisco de Narváez). Podemos revertir lo que no pudo Néstor. Pero eso no va a pasar porque yo le diga acá arriba, sino porque ustedes lo van a militar barrio por barrio”, apuntó Máximo. Y sentenció: “¿Ustedes quieren como presidente a otro jefe de gobierno porteño que no entiende lo que le pasa a su país? ¿Quieren que vuelva Mauricio Macri, María Eugenia Vidal? Entonces dejemos todo y pongamos lo mejor de nosotros para poner a la Argentina de pie. A trabajar, a marchar y a construir una victoria”.
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Reforzar el bastión e intentar dar el zarpazo

Del otro lado del mostrador, tienen un desafío importante. A las PASO llegaban como punto y muchas dudas luego de una interna que se mostraba con muchos roces. Pero el resultado erigió a Juntos como la principal fuerza política bonaerense y los colocó con buenas chances de quedarse con la elección de noviembre. Claro que primero deberán mantener a toda la tropa unida y en eso están. Y a la par de la conformación de la unidad, se diagrama la campaña. 

Y en ese apartado, puntualmente en el PRO buscan fortalecer la presencia en la capital provincial e intentar mejorar la performance en los alrededores, principalmente Berisso y Ensenada, donde no tuvieron buenos números. 

Tal como contó Data Clave días atrás, el propio intendente de La Plata, Julio Garro, se puso al hombro la campaña en los alrededores de la capital. Luego de lograr la victoria en la interna en ambos distritos frente a la UCR, el jefe comunal se sumará a la campaña territorial. 

Pero claro, con la presencia “local” no alcanza, no para dar vuelta o emparejar la cosa. Por eso apuestan a los refuerzos nacionales. Y en ese sentido, el viernes estuvo de recorrida por la ciudad de las diagonales el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. El mandamás porteño es uno de los números puestos para el 2023 y además uno de los artífices principales de la estrategia electoral de este año. 

Larreta junto a Santilli y Garro en La Plata

Hasta allí llegó con su elegido para hacer carrera en la provincia, Diego Santilli, con el que junto a Garro estuvieron charlando con vecinos platenses en distintos puntos de la ciudad. “Una vez más recorriendo La Plata y nos encontramos con muchos vecinos que están muy contentos con el trabajo que está haciendo Julio Garro en la ciudad. Hemos recibido un gran cariño y apoyo para Diego que es nuestro candidato para las próximas elecciones”, afirmó Larreta.

Santilli, en tanto, fue más al hueso: "Creo que hubo una amplia mayoría que dijo basta, basta a las escuelas cerradas, basta a los chorros liberados, basta de aumentar impuestos y de no generar trabajo. Y también considero que hay una luz de esperanza en muchos bonaerenses que quieren vivir en paz, que quieren estudiar y quieren trabajar. Tenemos que recuperar la identidad de los argentinos".