La Unidad de Información Financiera investigará a la Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) por representar un riesgo para el sistema de Prevención del Lavado de Activos, Financiación del Terrorismo y Delitos Económicos Complejos. El organismo informó que desde la sanción de la denominada “Ley de Apoyo al Capital Emprendedor” (N° 27.349) hubo un aumento significativo en la formación de las SAS.

La normativa,  que implicó facilitar en la tramitación de nuevas sociedades comerciales, presenta importantes vulnerabilidades debido a la posibilidad de utilizar este tipo de entidades para ocultar a los beneficiarios finales a través del uso de prestanombres o testaferros, como también para generar organizaciones “pantalla”, por parte de personas que intentan eludir los estándares internacionales y soslayar el sistema, según la hipótesis de la UIF.

Para el organismo presidido por Carlos Cruz, “dentro de sus características tipificantes las SAS reúnen una serie de particularidades que la tornan frágil ya que estas compañías se vinculan con la extrema simplificación de los trámites de constitución, desarrollo, funcionamiento y cumplimiento de sus deberes bancarios, tributarios y societarios”.

En tanto, las Sociedades Por Acciones Simplificadas pueden constituirse con muy poco aporte capital, ser administradas por terceros ajenos y tener un objeto muy amplio, lo que les permite canalizar el capital en diversos y muy variados circuitos comerciales y mercados formales e informales.

Por tales motivos, la UIF comunicó que pondrá bajo la lupa a quienes constituyan este tipo de organizaciones “debido a las amenazas que puede implicar su uso como instrumentos de defraudación y lavado”.