El Presidente de la Nación, Javier Milei y todo su equipo de Gobierno participó del tradicional Te Deum que se desarrolla cada aniversario del 25 de mayo en la Catedral de la Ciudad de Buenos Aires, ubicada a unos metros de la Casa Rosada.

La homilía duró aproximadamente 45 minutos y la primera novedad de la jornada es que contó con asistencia perfecta del Gobierno. Además del jefe de Estado, participaron todos los miembros de su gabinete. Incluso participó Nicolás Posse, el funcionario cuestionado por estas horas.

El jefe de Gabinete tiene las horas contadas en el Gobierno, tal como adelantó Data Clave. Su relación con Milei y su hermana Karina transita por el peor momento y todo indica que su salida se dará más temprano que tarde. El propio jefe de Estado puso en duda que viaje a Córdoba para el acto: “Hay que ver si está dentro de la lógica del protocolo”.

Posse acompañó a Milei y su equipo de Gobierno en su traslado a pie a la Catedral Metropolitana. Estuvo en segunda línea, lejos de las cámaras, aunque visible. En el Te Deum se sentó en el mismo lugar que la canciller Diana Mondino y el ministro de Defensa, Luis Petri.

Lo que dejó el Te Deum: blooper presidencial, asistencia de Posse y cara fulminante de el "Jefe"

El jefe de Estado argentino fue recepcionado en la Catedral por el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri y el Arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, muy cercano al Papa Francisco. 

En el protocolo de Gobierno estaba contemplado que tanto el presidente Milei como su vicepresidenta, Victoria Villarruel, obsequiaran una ofrenda floral a la estatua de José de San Martín. Al momento de hacerlo, ocurrió un blooper: cuando lo intentaron ubicar, se les terminó cayendo. Un asistente se tuvo que acercar para acomodarlo.

Sin dudas que lo más fuerte del Te Deum fue el discurso del Arzobispo de Buenos Aires. García Cuerva tomó la palabra y brindó un discurso con fuertes críticas al Gobierno, haciendo hincapié en el ajuste económico y el aumento de sueldos de sus funcionarios.

"Nuestra gente está haciendo un esfuerzo muy grande y nosotros no podemos hacernos los tontos. Hay que acompañar con hechos y no sólo con palabras ese enorme esfuerzo de nuestra gente. Por eso siguen doliendo algunas acciones de la dirigencia divorciadas de la ciudadanía de a pie, como los tan comentados autoaumentos de sueldos de algunas semanas atrás", lanzó.

Terminado el discurso, el Arzobispo invitó a los presentes a rezar el Padre Nuestro para “pedir por los más pobres” y para “no perder la esperanza de hacer de nuestra Patria una gran nación”. En ese momento, las cámaras tomaron a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, frunciendo el ceño. A su lado estaba el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien no dejaba de mirar al Presidente, quien también mostró una gran incomodidad durante el discurso de García Cuerva.

Una vez concluida la ceremonia, García Cuerva se acercó hasta el lugar donde se encontraba Milei y, tras el saludo, intercambió algunas palabras con el mandatario. Luego, el Presidente abandonó la Catedral Metropolitana y, sin dar declaraciones a la prensa, se subió a un vehículo oficial para continuar con su agenda de actividades en la provincia de Córdoba.