Una vez más, el deseo de suspender las PASO da vueltas por los pasillos de la Casa Rosada. Como en veces anteriores, son los gobernadores los que insisten con este pedido. Los gobernadores peronistas, pero también los radicales. Este nuevo pedido tuvo como escenario formal la firma del Consenso Fiscal 2020 acompañado por 21 provincias. 

Esta vez, los gobernadores sí recibieron una respuesta del Presidente. Y la respuesta es que, sí esta empresa por suspender las PASO tiene consenso, podrá avanzar. Consenso implica la conformidad de todos los integrantes de un debate. Esto incluye a la ciudad de Buenos Aires, cuestión que en el Gobierno consideran difícil.

“No queremos escándalo”, dicen a Data Clave en el entorno gubernamental. Desde el Ministerio del Interior insisten en que continúan con el cronograma electoral -porque lo que ordena la Ley- pero aclaran que “hay margen” para suspender las primarias, si el proyecto para modificar la ley electoral se envía al Congreso en la brevedad. “Fue un pedido pero que no cerraron nada, en el gobierno aceptarían si todos están de acuerdo”, insisten.

El proyecto no fue incluido en el temario de las sesiones ordinarias, pero podrá agregarse si esta campaña suma más respaldos. No sólo será clave el de Horacio Rodríguez Larreta, también el de Axel Kicillof, que se mantiene escéptico a este punto. Pues también deberá suspender las PASO provinciales, en caso contrario no se evitará que el distrito que concentra casi el 40% del padrón nacional vote en dos oportunidades.

Uno de los principales argumentos para suspender las PASO tiene que ver con el ahorro que esto significa. Según se desprende del Presupuesto 2021, esta elección primaria tendría un costo aproximado de $10.000 millones. Otro motivo es la dificultad de llevar adelante una votación con la pandemia aún en el país. Y toman como ejemplo la poca participación (por debajo del 50%) que tuvo la elección municipal del último domingo en Río Cuarto, Córdoba.

Hay otras dos razones que motivan a los gobernadores a avanzar en este sentido: ganar tiempo a la espera de mejores indicadores económicos. Complicar la ingeniería electoral de la oposición.