El Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, que dirige Claudio Lozano, cruzó al gobierno por el orden de prioridades presupuestarias que estableció en los primeros cuatro meses del año. 

El dirigente del Banco Nación sostuvo que "la partida más importante del gasto ha sido la de energía, combustible y minería" y "se trata de la función que incluye los subsidios a la energía y que representa el 17 % del gasto total". 

Para la entidad, dichos subsidios "son sólo asociados a los usuarios residenciales, cuando en realidad también incluyen el gas y la energía eléctrica con que se subsidia a grandes consumidores industriales, así como los mayores pagos que el oligopolio petrolero y gasífero percibe como subsidio a la oferta". 

 A la vez, también hay subsidios importantes en los contratos que el Estado establece con las centrales térmicas.

"El segundo lugar de las funciones privilegiadas del gasto público fue el pago de la deuda pública que representa el 15% del gasto total", agregó el informe difundido e hizo hincapié en "la magnitud que la deuda pública adquiere en un contexto donde se reestructuró la deuda externa con acreedores privados y se refinanció la deuda con el FMI". 

Cabe señalar que el informe aclara que "a los efectos de evaluar el
esfuerzo real de gasto que la Administración Central realiza para atender las
prestaciones de la seguridad social, es que descontamos del total gastado aquellos
ingresos (contribuciones patronales, aportes jubilatorios y otros) que son específicos del
sistema. Es por esta razón que, en términos de gasto público la participación del Sistema
de Seguridad Social representa un 45% al considerar los gastos totales pero cuando se
descuentan los ingresos que el sistema tiene asignados percibimos que el esfuerzo que
hace la Administración es menor y asciende sólo al 9% del gasto público total".

El documento de Unidad Popular concluye que el gobierno destinó en los primeros meses el 32% del gasto público a "los subsidios al oligopolio petrolero y los compromisos con el establishment financiero por Deuda Pública. A la vez, esta Deuda Pública por sí sola equivale a lo gastado en 19 funciones por parte del Estado". Asimismo, "representa también un 50% más que lo invertido en promoción y asistencia social, un 66% más que la inversión en educación, cultura y seguridad social, un 114% más que lo invertido en salud y 275% más que la inversión en vivienda".

"La Argentina del 40% de pobres y casi 10% de indigentes está obligada a reflexionar sobre las prioridades del gasto público", concluyó el documento.