“Desde el punto de vista jurídico es una torpeza. Y creer que los problemas del país en materia judicial están situados en la Corte es tapar el sol con las manos”. Lo afirma Luis Alfredo Juez. Diputado nacional de Juntos por el Cambio, cordobés, con orígenes en el peronismo y abogado. Esas son las credenciales de un dirigente político que no da vueltas para describir los distintos eventos de la coyuntura argentina y que conversó en exclusiva con Data Clave.

Sí el Gobierno decide ampliar la Corte necesitaría de dos tercios del Senado para la aprobación de los pliegos, y requerirá de algún respaldo opositor. En ese sentido Juez sentencia que el “peronismo es una gran fábrica de golosinas”, y que no pone el fuego en las manos por ningún legislador opositor. 

Respecto a la ley de moratoria que se discutirá en Diputados sostiene que es un gran impulsor de esta medida pero no de “la impunidad de Cristóbal López”, y agrega que Juntos por el Cambio (JxC) no fue del todo inteligente en la negociación legislativa: ”Quizá nosotros, con todas las herramientas que tiene el Congreso, no las sabemos usar”.

Data Clave: ¿Qué le parece la presentación de la reforma judicial del Gobierno?

Luis Juez: La reforma se plantea con altísimo grado de inoportunidad. El momento es absolutamente inoportuno. No es un reclamo que esté en el marco de la sociedad. En el peor momento de la crisis sanitaria, que requiere otro ánimo, plantear esto es muy inoportuno.Si el Gobierno quería salir de la agenda sanitaria con algún tema no era con este, porque requiere mucho debate, participación, consenso. 

Data Clave: ¿No cree que se definió un cronograma que garantiza una búsqueda amplia de consensos?

L.J: Es introducir un tema que la política ya había acordado. Cristina Kirchner y Alberto Fernández hasta habían sido los mentores de una Corte con cinco miembros, donde la idea de dividirla en salas es una locura. Esto es retroceder a la década del 90. Desde el punto de vista jurídico es una torpeza. Y creer que los problemas del país en materia judicial están situados en la Corte es tapar el sol con las manos. El problema no está ahí. Era un tema que no admitía discusión. 

D.C: ¿Y a qué lo atribuye?

L.J: Cristina necesita modificar el número de la Corte porque necesita alguna garantía. Más que como dirigente político lo digo como un abogado penalista. Ella entiende que alguno de los procesos que la tiene como imputada van a terminar con sentencia desfavorable entonces es importante ya trabajar en el estamento en el cual van a terminar las futuras apelaciones. Y es lamentable, porque a uno le gustaría que la defensa sea otra.

D.C: Para agregar miembros en la Corte Suprema el oficialismo necesitaría dos tercios del Senado. ¿Imaginas posible que un sector de JxC acompañe con votos?

L.J: Y, el peronismo es una gran fábrica de golosinas. Los tipos te fabrican un terrible chupetín como el que tenía Quico para hacerlo sacar del barril al Chavo (del 8). Y hay algunos que creen que son próceres, y que están predeterminados para ese lugar en la Corte. No puedo poner el fuego en las manos a que no hayan dirigentes opositores que no vean esto como una gran tentación. Y el peronismo lo sabe hacer. 

D.C: ¿Y respecto a los otros puntos de la reforma judicial?

L.J: Cuando digo que hay una altísima cuota de inoportunismo es porque creo que tenemos un Presidente que ha construido en estos siete u ocho meses poder propio. Y lo ha hecho con un manejo inteligente, se pueden cuestionar algunas políticas sanitarias, pero con inteligencia le ha dado un liderazgo que ni la propia tropa pensaba que lo iba a tener. La imagen positiva que tiene es de él, no se la donó nadie. Y creo que con esto se apresura. Esta discusión hay que darla en algún momento, porque tiene un altísimo nivel de consenso, pero hay que buscar la oportunidad para que ese consenso pueda acompañar, y que no parezca que se busca sacar ventaja, para que no sea un toma y daca.

D.C: Se reactivó con fuerza la agenda legislativa. ¿Cómo ve al bloque opositor de Juntos por el Cambio y su relación con el oficialismo?

L.J: Tenemos una vocación de acompañar pero a veces las cosas se confunden. Este viernes vamos a tratar la moratoria, y tiene un artículo horrible que es el 11 y es un traje a medida para predeterminados personajes. Y como no se animan a modificar la ley penal tributaria se introducen una modificación en una ley transitoria y esto habilita a una situación de privilegio horrible. Creo que deberíamos trabajar con algo más de energía para que eso se quite. Creo que deberíamos haber actuado de otra manera. Hay voluntad. Pero quizá nosotros, con todas las herramientas que tiene el Congreso, no las sabemos usar. Es evidente que está pasando. Soy un ferviente impulsor de la moratoria pero no de la impunidad de la Cristóbal López. Se podría haber sacado ese artículo y estaríamos todos aprobando el proyecto de mayoría.