El último planteo público del PRO sobre la situación electoral en Chubut reavivó una vieja pelea que mantienen el gobernador de Jujuy y titular de la UCR, Gerardo Morales con el expresidente de la Nación y líder espiritual del PRO, Mauricio Macri. Nuevo capítulo para sumar a una historia que los tiene distanciados y con una relación prácticamente rota.

Dos de los dirigentes más importantes que tiene Juntos por el Cambio volvieron a tensionar públicamente y básicamente esto se debe a que tienen miradas distintas de cómo debe actuar la oposición pensando en 2023.

El último ejemplo fue el caso de Chubut. Macri, al igual que otras figuras del PRO, denunciaron que en la provincia de Chubut los sectores oficialistas que responden a Mariano Arcioni están analizando eliminar las PASO, un instrumento que utiliza Juntos por el Cambio para dirimir las internas entre los partidos que lo componen. "No se puede ser cómplice de este retroceso, menos quienes desde JxC decidimos defender la democracia y participación", reclamó Macri.

Tweet de Mauricio Macri

Morales, consciente de que esa crítica indirecta fue contra el radicalismo, recogió el guante y disparó munición gruesa en diálogo con La Red: "urge una reunión de Mesa de Juntos por el Cambio porque la relación del radicalismo con el PRO no está bien, así que hay que dialogar esas cuestiones, hay que ordenar en el territorio algunas situaciones".

Lo cierto es que esta última disputa de forma por las elecciones en Chubut traen un nuevo capítulo de peleas entre el PRO y la UCR, los dos espacios más fuertes de la oposición y que seguramente diriman sus internas en las PASO generales de 2023, cuando se elija a un nuevo presidente de la Nación.

Macri y Morales no esconden sus diferencias y ambos son conscientes de que la relación entre ambos está prácticamente rota y con un nivel de desconfianza que asciende a gran escala. El expresidente sospecha de que el gobernador jujeño tiene un pacto subterráneo con un sector del Frente de Todos y el segundo acusa a Macri de querer enterrar la Unión Cívica Radical y posicionar al PRO como el principal espacio opositor que sea antagónico al kirchnerismo.

A esta pelea también se le suma que Morales considera que Macri ya está "terminado" como candidato a Presidente, algo que Macri deja trascender como un hipotético "Segundo Tiempo" y con la promesa de volver a hacer las mismas cosas que en su primera gestión pero de manera más acelerada. Morales, sobre este punto, ya marcó sus diferencias: "Tenemos diferencias ideológicas con el PRO: nosotros creemos en el rol del Estado y ellos no", marcó en una entrevista de 2021.

Uno de los últimos cruces fue cuando Macri acusó a Hipólito Irigoyen de haber sido "el primer populista", en un discurso que brindó en Brasil con empresarios que responden a la lógica de mercado que impulsó Jair Bolsonaro y que hoy podría costarle las elecciones frente a Lula da Silva. El gobernador de Jujuy le devolvió ese pase de facturas y lo acusó de querer romper Juntos por el Cambio.

Esas diferencias también se manifestaron en una de las últimas mesas nacionales de Juntos por el Cambio, lugar en el que conviven los principales dirigentes de cada espacio para decidir acciones conjuntas. Morales acusó a Macri de haberlo "operado" en su contra cuando se discutió fuertemente las sillas para el Consejo de la Magistratura.

La relación entre Macri y Morales prácticamente está rota y hoy el gobernador de Jujuy mantiene canales de diálogos con otros dirigentes del PRO. Con la que hoy mantiene buena sintonía es con Patricia Bullrich. Quizás sea también porque en ese espacio también está Horacio Rodríguez Larreta, el dirigente con mejor imagen del PRO y que significaría para Morales el principal contrincante en una PASO nacional. La única certeza en cuanto al tablero electoral es que, a pesar de la unidad de la coalición opositora, los caminos de Macri y Morales van por distintos caminos.