Sergio Massa adelantó que, si gana el balotaje el 19 de noviembre, comenzará a tomar medidas de gobierno a partir del otro día: “Si los argentinos me dan la responsabilidad de gobernar, las primeras medidas de la nueva construcción y nuevo diseño del Estado, la unificación de algunas empresas públicas, el reordenamiento del sistema tributario, vamos a tratar de que sean entre el 20 de noviembre y el 10 de diciembre para que además tengamos una transición ordenada”.

El candidato de Unión por la Patria se mostró confiado de cara a la segunda vuelta pero remarcó: “Ganar o perder es una decisión de la gente”. En este marco ratificó que convocará a dirigentes de otros espacios para su potencial administración: “Con la misma humildad y propuestas vamos a seguir trabajando en la convocatoria a un acuerdo de unidad nacional cuando empiece mi gobierno”

En diálogo con el programa A Dos Voces (TN), el ministro-candidato aseguró: “Tenemos que tener la capacidad de inaugurar una nueva etapa en la Argentina”. Y agregó: “Muchos me criticaron mi vocación de diálogo pero va a ser la que permita tener un gobierno de unidad nacional. La noche de la primera vuelta terminó una etapa política y, el 10 de diciembre, si me toca presidir la Argentina se muere definitivamente la grieta”.

En ese sentido expresó que espera que en su gestión “convocar a los mejores sea un valor y eso no se transforme en un señalamiento y fusilamiento mediático porque alguien prescinde de la cuestión partidaria y decide integrar un gobierno de unidad nacional”.

“El 10 de diciembre empieza mi gobierno y las decisiones las tomo yo”, dejó en claro tras la frustrada experiencia del Frente de Todos y sus internas. Consultado sobre el rol de la vicepresidenta Cristina Kirchner, dijo que “no va a ocupar ningún cargo público”. No obstante, pidió “no cometer el error de caer en el manoseos de nombres antes de que la gente elija“: “Eso lastimó al votante de Juntos por el Cambio”.

Sobre cómo planifica la gestión económica de su eventual gestión, tras su actual paso por el Palacio de Hacienda, dijo que apuntará “al equilibrio fiscal y a un fuerte superávit comercial” que permita “acumular reservas para fortalecer la moneda y bajar la inflación”. Además, buscará ir hacia “la simplificación cambiaria”.

“Argentina va a tener el año que viene déficit cero, producto de un Estado más austero en términos de gasto pero también producto de una mayor justicia tributaria”, explicó.

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Respecto de los planes sociales, llamó a “terminar con la etapa de la emergencia y pasar a la etapa del trabajo: “Por eso, paso los programas sociales al Ministerio de Trabajo a un programa de inclusión laboral”.

Al criticar la postura que asumió Patricia Bullrich tras acordar -por orden de Mauricio Macri- con Javier Milei, Massa señaló que “la gente no es ganado” y que si bien “puede haber muchos votantes de Juntos por el Cambio” que sigan “la convocatoria de uno de sus líderes”, “muchos otros dijeron que no”. “Yo tengo la enorme responsabilidad y desafío de convencer a muchos de los que no nos votaron”, insistió.

Consultado sobre el pacto que promovió el expresidente entre la excandidata de Juntos por el Cambio y el líder de La Libertad Avanza, Massa respondió: “Milei pactó con la misma casta que criticaba, dijo que Macri era uno de los peores fracasos como gobierno, que Bullrich era una montonera asesina y termina abrazado a ellos”.

El postulante del oficialismo y el economista libertario estarán frente a frente el próximo 12 de noviembre cuando se lleve a cabo el último de los debates presidenciales. La Cámara Nacional Electoral difundió el nuevo reglamento en el que se destaca que no se permitirán apuntes sobre los atriles. Al respecto, Massa destacó: “Uno tiene que ir al debate a contarle a los argentinos cuál es el país que píensa no lo que escriben los otros. Eso es muy malo. Yo tengo que decirles qué voy a hacer en materia de seguridad, en materia de lotes con servicios, que no voy a apoyar la venta de órganos, que no le voy a hacer pagar la vacuna o la salita a la gente, entonces yo tengo que ir contarle lo que yo creo, no lo que me digan otros”.

“Imagínese que ya sobre la sospecha de que puede haber dos jefes, además hay alguien que escribe un boceto, no es buena la sospecha”, apuntó sin mencionarlo a su contrincante. “Tenemos que contarle lo que sentimos a los argentinos”, concluyó.