Treinta años no es nada. Javier Milei eligió este viernes como Procurador del Tesoro de la Nación (el jefe de los abogados del Estado) al abogado ultracatólico Rodolfo Barra, uno de los más emblemáticos representantes de la presidencia de Carlos Menem, el ex gobernador riojano que llegó a la Casa Rosada en 1989 con las banderas del peronismo y las guardó para entregarse al liberalismo económico más extremo.

Perteneciente al Opus Deis, una de las ramas más conservadoras de la Iglesia Católica, Barra no tiene nada de liberal, en el sentido más acertado del término. Es decir, no en los carriles del presidente electo y su elenco, que por caso caso, cuestionan la potestad de las mujeres a decidir si pueden continuar con su embarazo.

La referencia no es caprichosa. En su momento se lo vinculó a Barra con los grupos celestes que se oponían a la legalización del aborto que impulsó el gobierno del presidente que se va en poco días, Alberto Fernández.

Cuando la oficina del presidente electo comunicó este viernes la incorporación de Patricia Bullrich como ministra de Seguridad -el mismo cargo que tuvo durante la presidencia de Macri, cuando murieron Santiago Maldonado y Rafael Nahuel- en un segundo párrafo se dio a conocer la llegada de Barra al gobierno del presidente de ultaderecha.

La designación de Barra generó una módica sorpresa en la mañana del viernes porque hasta ahora su nombre no había aparecido entre los posibles colaboradores de Milei. Hay quienes dicen que el vínculo entre ambos se generó en la Corporación América, donde durante años trabajó el presidente electo.

Es que durante los múltiples cargos que tuvo Barra durante el menemismo, fue el titular del ORSNA, el organismo que se creó para controlar los aeropuertos privatizados en aquel gobierno. A través de Aeropuertos Argentina 2000, Eduardo Eurnekian pasó a controlar la mayor parte de las terminales áreas del país.

Barra llegó al gobierno de Menem en 1989, como segundo de Roberto Dromi, el cerebro legal de todas las privatizaciones que se hicieron durante su presidencia. Después fue secretario de Interior y en 1990 pasó a tener un cargo de ministro en la Corte Suprema de Justicia, cuando Menem amplió su número de miembros.

Renunció a la Corte y fue luego ministro de Justicia de Menem hasta que el diario Página 12 reveló en 1996 que en su juventud había participado de un atentado contra una sinagoga, cuando militaba en el Movimiento Tacuara, una agrupación peronista que adhería al fascismo.

De todos modos siguió ligado al menemismo. Y fue nombrado Auditor General de la Nación entre 1990 y 2002, durante el gobierno de Fernando de la Rúa, en representación de la oposición al gobierno de la Alianza.