La política argentina tiene un largo derrotero de dirigentes que tuvieron sus momentos de gloria y luego cayeron en un espiral que se los devoró y los alejó de los primeros planos. En esa curva descendente ingresó desde hace tiempo un exdirigente importante del kirchnerismo, hoy devenido en un ferviente opositor.

Se trata de Florencio Randazzo, aquel otrora ministro de Transporte y del Interior de la entonces Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Por aquellos tiempos, era uno de los mimados de la hoy vicepresidenta y se ilusionaba con una candidatura presidencial en 2015. Buena parte de la militancia así también lo creía en ese momento. Sin embargo, el destino -y CFK- tenían otros planes. El avance del macrismo y la impostergable candidatura del exgobernador bonaerense Daniel Scioli le cortaron la chance. 

Ni la oferta de la provincia de Buenos Aires pudo calmar el enojo de Randazzo, quien tiempo después pegó el portazo e intentó sin demasiado éxito dividir por afuera. Tras un intento fallido en 2017 y tras coquetear con una posible candidatura que no fue en 2019, ahora en el 2021 volvió a la carga para llegar al Congreso. Pero parece que no le alcanzará.

A la espera del escrutinio definitivo, todo indicaría que podría llegar a ingresar a la Cámara Baja. Desde el entorno de "Floro" sostienen que le faltan menos de 500 votos y confían que en el recuento final los conseguirán. 

El dato es que no solo quedó relegado a nivel nacional donde él encabeza la lista, sino que tampoco quedó mejor posicionado en la provincia de Buenos Aires, ya sea a nivel seccional o incluso en su Chivilcoy natal. Allí se ubicó cuarto, detrás del oficialismo local, el Frente de Todos y Juntos. 

Está a la vista la pérdida de capital político de un dirigente que supo ser referente de la entonces mayoría política del país en 2015 a alguien casi marginal en 2021. El bajón es muy pronunciado y en muy poco tiempo.