El Frente de Todos no atraviesa su mejor momento institucional ni político. Las últimas declaraciones públicas dan cuenta de algo que era un secreto a voces pero ahora comienza a hacer ebullición. Las diferencias internas son cada vez más grandes y ya no quedan en el patio trasero, están ahí, a la luz y al alcance de todos y todas. Pero más allá de la estridencia de los intercambios, hay profundas cuestiones de fondo.

La última crisis sanitaria que estalló en la provincia de Buenos Aires por la detección de un lote de cocaína adulterada desencadenó un nuevo capítulo de cruces entre los ministros de Seguridad Sergio Berni y Aníbal Fernández. Pero lejos de quedar en una disputa política personal, la pirotécnica pelea mediática esconde una discusión más compleja que tiene que ver con la gestión y el manejo de las investigaciones sobre los delitos ligados al narcotráfico.

Según pudo saber Data Clave, desde el entorno de Berni sostienen que Aníbal lo dejó solo la semana pasada en medio de la crisis que hubo con la intoxicación por el consumo de cocaína adulterada.

La bronca principal de titular de la cartera bonaerense es por el twitt inoportuno de Fernández, donde se refería con sarcasmo al pedido de su par de provincia de descartar la compra de la droga realizada en “las últimas 48 horas”.

En declaraciones a Radio 10, Aníbal Fernández explicó que aquel episodio "fue un error, una mala interpretación de mi equipo de redes. En cuanto lo leí, me di cuenta y lo borré". Pero en realidad, el problema es otro.

La cuestión de fondo: la desfederalización de las causas

Mientras los cruces entre Sergio Berni y Aníbal Fernández no paran: cuál es el motivo de fondo de la pelea

Desde el entorno del ministro de Seguridad nacional aseguran que las autoridades nacionales "están muy limitadas" porque desde 2005 todo lo que son trámites de investigación por tráfico de drogas están desfederalizados. Y allí radica el quid de la cuestión. La provincia de Buenos Aires adhirió a la desfederalización de las causas por el narcotráfico en 2005.

Entonces, el problema principal es quién se tiene que hacer cargo de llevar adelante investigaciones de este tipo. El caso puntual de los últimos días supone un entrecruzamiento de dos causas, en una interviene un juzgado federal, a cargo de Juan Martín Culotta en Tres de Febrero; y el otro, en San Martín, con fiscales de la provincia. Esto habilita la discusión sobre quién debe hacerse cargo.

“La provincia de Buenos Aires fue la primera que adhirió a la desfederalización, porque tenía el problema de que la policía secuestraba gente a cambio de plata. Entonces para bajar ese negocio que regulaba la bonaerense, le dio el negocio de la droga”, disparó a Data Clave la fiscal Mónica Cuñarro.

Asimismo, la fiscal agregó: “En aquel momento, como ahora, Aníbal públicamente salió a exigir que no existiera la desfederalización en las provincias. Todos los gobernadores querían hacerlo y él decía que no lo hagan porque se iban a corromper las policías”. 

En este punto, fuentes del Ministerio Público Fiscal remarcan que desfederalizar es también transferir poder. Cuando se negocia en las altas esferas de la política, se transfiere el famoso pacto entre las policías y la dirigencia para que se encarguen del control del delito. Así, la fuerza de seguridad después pacta con los delincuentes a ver dónde pueden robar y dónde no. Dónde puede vender droga y dónde no. Al descentralizarlo, se multiplica el problema, evidentemente.

El día D de la pelea

Mientras los cruces entre Sergio Berni y Aníbal Fernández no paran: cuál es el motivo de fondo de la pelea

“El día que ocurrió la crisis (miércoles) Berni me llama y me advierte sobre la situación y me pide colaboración de las fuerzas federales. Yo justo tenía una cena con un embajador y le dije a mi Jefa de Gabinete Lagioiosa que se ocupe del tema, cosa que ella hizo inmediatamente. Todas las fuerzas federales comenzaron las pesquisas y colaboraron en todos los operativos. Si Berni se enteró o no de esto, no lo se. Pero efectivamente se hizo así”, confió Aníbal Fernández a Data Clave.

Sobre el cruce con su par bonaerense, el ministro de Seguridad nacional señaló luego a TN que “dos personas no pelean si uno no quiere. Si a mi examigo se le da por hablar en radio es porque algo tenía preparado. Yo no tengo tiempo para eso. Pero él miente, porque me llamó para decirme que había que alertar a quienes podrían haber comprado droga para consumir, lo acepté en el momento. Los que trabajamos en la lucha contra el narcotráfico tenemos que trabajar en lo que se llama control de daños”.

Y sentenció: “No tengo ganas de pelear con mercenarios, alguien lo mandó a hacerlo. No tengo tiempo para pelearme con nadie. No busco sacar una ventajita politiquera. No tengo ninguna diferencia ni en el Frente de Todos ni el trabajo que yo hago. Se trabaja todos los días con contacto permanente entre jurisdicciones, esto es así. Lo que hace él es no contarlo. No juego al policía, no soy Super Aníbal ni Super Berni, soy un civil que se está haciendo cargo de este problema”.

Por su parte, Berni aseguró en diálogo con Radio 10 que "no vi a nadie del gobierno nacional trabajando codo a codo para resolver este tema. Desde el mismo momento que allanamos Puerta 8, nadie se puso a disposición para saber en que podían ayudar, solamente sacaron una frase de contexto".

Y agregó: "Aníbal Fernández debería explicar él lo que quiso decir, nosotros tenemos que discutir el problema del narcotráfico pero también a discutir la prevención y el consumo. La gente puede decir cualquier cosa, incluso él, nosotros fuimos los únicos que estuvimos trabajando en las villas cuando sucedió todo en Puerta 8".

Una rencilla de origen político

Todo comenzó -en público- con una chicana por el mal resultado electoral en las PASO del 2021. El ministro bonaerense había cuestionado la gestión nacional y en aquel momento, el recientemente incorporado Aníbal Fernández redobló la apuesta y aseguró que ni él ni el Presidente necesitaban la aprobación de Berni.

Rápido de reflejos, el funcionario de Kicillof fue al hueso. si mis matemáticas no me fallan el 12 de septiembre hubo 16.323.291 argentinos que no aprobaron nuestra gestión. ¿Fui claro? ¿O le hago un dibujito?”, disparó.

Tweet de Sergio Berni