Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, pidió una investigación completa y transparente sobre el asesinato de la periodista Griselda Blanco, ocurrido en Curuzú Cuatiá, provincia de Corrientes, el pasado 20 de mayo.

“Condeno el asesinato de Griselda Blanco. Los periodistas y los trabajadores de los medios de comunicación, especialmente los que denuncian irregularidades y violaciones de los derechos humanos, deben ser protegidos de la violencia y las represalias. Pido a las autoridades que garanticen que la investigación anunciada sobre este crimen sea completa y transparente, y que los responsables comparezcan ante la justicia", escribió Azoulay.

En las últimas horas, el último detenido por el crimen de la periodista en Corrientes permanece en calidad de incomunicado a la espera de ser indagado por la Justicia esta tarde, mientras que tras ser liberado, el primer hombre imputado por el homicidio difundió un mensaje en el que pidió "recuperar su vida".

Se trata del empresario Darío Alfredo Ricardo Holzweissig (46), acusado del crimen de la periodista. Holzweissing prestará declaración en la audiencia de imputación, aunque su defensa advirtió hoy que "la investigación está mal direccionada". 

Holzweissing, quien explota un local bailable llamado Punto Sur en la ciudad correntina de Curuzú Cuatiá, fue detenido por la Policía Federal el jueves último a la noche en un allanamiento a su domicilio, en el que también fue reducida su pareja y, según el abogado defensor, "se hizo un uso excesivo de la fuerza". 

Por otra parte, luego de ser liberado el viernes último, la expareja de Griselda Blanco, Armando Jara, distribuyó este sábado un video publicado en las redes sociales en el que agradece a quienes confiaron en su inocencia, reclama la incorporación al expediente de imágenes de videovigilancia de cámaras linderas a su domicilio particular, así como la devolución de un teléfono y llaves.

"Estoy cayendo de muchas cosas, me estoy enterando de muchas cosas; (…) necesito volver con mi vida, necesito intentar nuevamente tener mi vida cotidiana porque vivo el día a día, no gano fortunas y si no trabajo no tengo sustento", precisó Jara en sus declaraciones. 

Blanco (44) fue hallada estrangulada, con una soga en el cuello, tirada en el piso, con golpes en el rostro y heridas de arma blanca en su casa de la calle Juan Pujol, de Curuzú Cuatiá, la noche del sábado 20. La mujer era trabajadora de prensa radial y producía transmisiones en vivo de programas dedicados al periodismo local. 

Si bien al principio se barajó la posibilidad de un suicidio, la autopsia lo descartó y uno de sus hijos, Lautaro Cesani, manifestó en redes sociales: "Nuestra madre no se suicidó, a nuestra madre la mataron. Ella decía verdades que nadie se animaba a decir. La querían ver callada y no pudieron. Justicia por Griselda Blanco".