"Si lo tocan a Martín, me tocan a mí". Las palabras de Alberto Fernández que resonaron en la tarde dominguera, fueron una indisimulable ratificación para el ministro de Economía Martín Guzmán, en una semana que tendrá su momento de máxima tensión el miércoles, cuando el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) dé a conocer el índice de inflación del mes de marzo, con malas noticias para el gobierno nacional.

La difusión de ese dato económico -que algunos analistas estiman superior a los 6 puntos, con fuerte incidencia de los alimentos, cuya marca podría superar el 10 %- reforzará la ofensiva que los dirigentes más cercanos a Cristina Kirchner contra el titular del palacio de Hacienda, a quien ya lapidaron por la gestión ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) que concluyó en el acuerdo firmado el mes pasado.

Alberto estuvo reunido este domingo con Guzmán durante más de tres horas en la residencia de Olivos y ambos aprovecharon para repasar la estrategia con la que enfrentarán el embate de los kircheristas paladar negro, tras la difusión del dato inflacionario tan temido. Además, revisaron todas las aristas del debate pendiente por el aumento de las tarifas eléctricas, que comenzaron a mediados de febrero con las audiencias públicas convocadas por el ENRE pero que no tuvieron la continuidad esperada durante los primeros días de abril.

El tema no es menor por dos razones fundamentales: por un lado, la readecuación tarifaria es uno de los compromisos asumidos por el gobierno argentino ante el FMI y forma parte de las metas que serán evaluadas en la misión que llegará durante el mes de mayo a la Argentina. Y en segundo lugar, porque esa oficina está en manos de un funcionario que responde directamente a la vicepresidenta y que ya ha protagonizado enfrentamientos con el ministro: Federico Basualdo.

Fernández está convencido que el ataque a Guzmán, tiene por objeto socavar los cimientos de su poder político y por eso lo sostiene a pesar de los cuestionamientos, no solo del ala kirchnerista, sino también del Frente Renovador que conduce Sergio Massa y de un buen número de gobernadores peronistas que el jueves pasado se reunieron para congeniar el modo en el que le pedirán al presidente cambios del equipo económico.

Guzmán viene trabajando a ritmo acelerado para concretar una integración energética en la región y consolidar el incremento en el suministro de gas anunciado por los mandatarios argentino y boliviano Luis Arce la semana pasada, que representará un alivio significativo en este contexto de escasez mundial agravado por la guerra entre Rusia y Ucrania.