La titular del PRO, Patricia Bullrich, tiene decidido que, en la última parte del recorrido rumbo al 2023, profundizará su posicionamiento interno con el fin de quedarse con la pata más radicalizada del PRO. En otras palabras, la exministra de Seguridad quiere ser la candidata más dura dentro del espacio en lo que refiere a la puja directa contra el Frente de Todos y, también, con el objetivo de cerrar a favor la fuga de votos del partido amarillo rumbo a los libertarios.

En ese ese esquema, Bullrich encontró en el radicalismo, el sector interno con el cual polemizar. Y en los últimos días consiguió el repudio de la dirigencia del partido centenario por declaraciones vertidas con relación a jefes comunales de Paraná (Entre Ríos) como de Rawson (Chubut).

La primera situación se dio en la mesa de Mirtha Legrand donde, ante la consulta de otro invitado sobre cómo actuaría ante un caso de corrupción dentro de su espacio. “A mí me tocó algo que me dolió en el corazón (arrancó la dirigente del PRO). Cuando yo era ministra de Seguridad, tuve un caso de vinculación con el narcotráfico de un intendente, no del PRO, de Cambiemos, Juntos por el Cambio, de la ciudad de Paraná. Varisco, que ahora murió. Murió, pobre, preso”, sostuvo.

Y agregó: “Y yo no dudé. No me importaba que fuera de nuestro partido. No dudé en que había que hacer una investigación, y si él era responsable de vincularse con el narcotráfico, tenía que ir preso como (la banda narco de Rosario) Los Monos. Igual. No me importaba que fuera lo que fuera”.

Las declaraciones no cayeron bien. Uno de los candidatos locales a la intendencia de Paraná, Roberto Sabbioni (exfuncionario de Varisco) no dudó en contestarle con todo: “Quiero expresar mi más enérgico repudio a las manifestaciones de la señora Patricia Bullrich en el programa de Mirtha Legrand refiriéndose al juicio que debió atravesar en vida Sergio Varisco y que hoy muchos siguen luchando por demostrar su inocencia. Los muertos deben descansar en paz. Dudo mucho que pueda pasarle a ella cuando le toque. Parece que olvidó que gente de su entorno en una misma lista no recibió mismo tratamiento”.

Pero no todo quedó ahí. En la sesión de la Legislatura entrerriana de ayer, la diputada radical, Lucía Varisco (hija del exintendente) aseguró que  “(el ex ministro del Interior) Rogelo Frigerio y (ex jefe de la Federal) Néstor Roncanglia" fueron quienes "utilizaron los resortes del Estado para sacar de la cancha a mi padre, armándole una causa y buscando quedarse con la Intendencia de Paraná". Y arremetió contra la figura de la titular del PRO: "Patricia Bullrich no tiene ética y moral para hablar de mi padre".

Y fue por más al asegurar que la exministra de Seguridad tiene "un pasado oscuro", conocida por sus "panquequeadas" y "su actual discurso fascista". 

Ante esto, la diputada del PRO, Ayelén Acosta apuntó contra Varisco y le pidió que "haga referencia a las personas y no los partidos". "También pertenezco al Pro, fuimos juntas en una lista, estamos en el mismo frente, así que le pido a la diputada que replantee si este es el espacio en el que se siente representada", lanzó la legisladora del partido amarillo, a la vez que le exigió a la radical "que haga las denuncias correspondientes". El esposo de Acosta, quien se encontraba en el recinto, sacándole fotos a Varisco, fue expulsado por hostigar a la diputada.

Una situación similar se dio en las últimas horas en Chubut, puntualmente en Rawson, adonde la dirigente viajó y en un acto local aseguró que “si seguimos haciendo las mismas cosas no vamos a estar igual, sino peor” Y llamó a “romper las mafias” para que “cambiemos Rawson y la Provincia”.

El problema es que el jefe comunal de la ciudad capital es Damián Biss, presidente de la UCR de Chubut. Y las declaraciones de Bullrich tampoco cayeron bien.

Sobre esto, el diputado radical, Manuel Pagliaroni, manifestó en declaraciones vertidas a FM El Chubut: “Creo que Bullrich ha venido con la clara intención de romper Juntos por el Cambio en la provincia”. Y agregó: “Fue una provocación al radicalismo y a su presidente e intendente de Rawson, Damián Biss. Hace tres años estaba devastada y una gestión radical le ha dado un cambio importante: el pago al día de los salarios de los empleados, funcionamiento del transporte, recolección de residuos y el inicio de la obra de la planta potabilizadora que hace décadas Rawson estaba esperando”.