No son días de calma en materia de política. Y Sergio Massa, lo sabe. Si hay algo que el presidente de la Cámara baja del Congreso de la Nación nunca perdió es el pulso de la calle. Menos, en materia electoral. Es por eso que mientras la tensión interna crece, el líder del Frente Renovador se reacomoda.

No importa si, como en este caso, no se trata de polos opuestos. Massa siempre supo posicionarse en el medio. Y ubicarse desde ese centro. Es por eso que el titular de Diputados tomó la decisión de postergar el Congreso partidario que iba a realizarse el próximo viernes 15 de julio en Mar del Plata.

Massa tiene en claro que no es momento. Y es por eso que le avisó a la tropa que el encuentro se llevará a cabo dentro de un mes. “Hay que ver qué deja la corriente”. La mirada interna hoy es lograr el mejor lugar dentro de la puja de poder entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner.

El líder del FR no quiere perder el rol de moderador, pero a solo un año de las PASO sabe que el reloj interior corre y ya no hay tiempo para ocupar un político de espectador. Así se lo dejaron en claro también desde adentro del partido cuando le reclamaron que salga a jugar con el traje puesto.

Es que, en el camino hacia el 2023, el Frente Renovador es la única línea interna del Frente de Todos que postula sin miramientos la figura de Massa como presidente. A todo o nada. Así lo viven. Incluso, con acompañamientos condicionados. Como el que tienen con el gobernador bonaerense Axel Kicillof o con algunos jefes comunales bonaerenses. “Nosotros apoyamos y queremos que sea recíproco”, le dice un diputado bonaerense a Data Clave.

El pedido es claro. “Es uno de los imprescindibles dentro de la política general y dentro del peronismo, ni hablar. El poder del oficialismo, pivotea en Sergio. Él tuvo la capacidad de construirse desde una intendencia hasta cargos tan importantes que configuraron su carrera. Él es garantía de unidad. Es más necesario que nunca”, le dice a Data Clave el intendente de Miramar, Sebastián Ianantuony, uno de los 12 jefes comunales que tiene el Frente Renovador en Buenos Aires.

Y no es un dato menor. La fuerza de Massa, se sabe, reside principalmente en la provincia de Buenos Aires. Y es por eso que desde las bases llaman a levantar más que nunca el perfil. Dejan en claro que esta es la mejor oportunidad de todas.

Con el termómetro social en 40 grados producto del salto del dólar y su consecuente traslado al valor del bolsillo, sumado a las discusiones internas de un ejecutivo que no puede saldar diferencias de manera privada, Massa fijó nueva fecha para el “5 ó 6 de agosto”, según le dijeron a este medio “en la misma sede”, complementaron.

Se trata de la segunda vez que el titular del Frente Renovador debe cambiar la fecha debido a los diferentes movimientos internos del Frente de Todos. Cabe recordar que en la previa de la elección de Silvina Batakis como ministra de Economía, Massa formó parte de “la chiquita” junto al Presidente. Y mientras algunos lo postulaban como un superministro finalmente no hubo mayores cambios y por lo que dio a conocer el jefe de Gabinete, Juan Manzur, en las últimas horas, tampoco los habrá.

Tras la llegada de Daniel Scioli como ministro de Producción desde el Frente Renovador pusieron el grito en el cielo y ahora buscan que la figura del exgobernador bonaerense no se cuele en medio de los deseos de Massa.

Es por eso que, nuevamente, el titular de Diputados dejará pasar un mes para enfrentar lo que, en definitiva, será su primer paso concreto rumbo al 2023. Frente a los suyos y de cara a la sociedad.