La victoria de Javier Milei pegó muy fuerte en la provincia de Buenos Aires. Se trató de un impacto estruendoso que, con el correr de los días, podría provocar una grieta en la pared interna que recubre a Unión por la Patria como parte de la transformación de oficialismo a oposición.

Como es sabido, el peronismo logró la unidad para dar la pelea en 2019 y, pese a grandes diferencias que se fueron presentando durante el devenir de estos cuatro años como gobierno nacional, la estructura se mantuvo. Con desavenencias, claro. Pero con la sapiencia de reconocer que en la fragmentación las chances de continuar al frente eran todavía menos.

Con ese marco de fondo hoy el oficialismo enfrenta los primeros cuestionamientos internos tras unos resultados que, cuantos menos, provocaron sorpresa. Eso sí, en un sector de Unión por la Patria lo que manda por estas horas es la bronca. “Los intendentes no militaron el balotaje como lo hicieron para defender sus puestos. Los números son claros. Se bajó como un 10 por cientos en distritos clave”, le dijo a Data Clave un referente provincial del Frente Renovador.

El malestar existe. Sobre todo en la fuerza que lidera el ahora excandidato presidencial, Sergio Massa. Se trataba de una oportunidad única y la esperanza tras los resultados de octubre estaba intacta. Sin embargo, la sensación hacia adentro es que les soltaron la mano. “Cualquiera puede decir que le jugaron en contra a Massa, pero sería una boludez. Nadie quería a Milei en la presidencia. Pero no se traccionó de la misma manera. No hay mucho análisis en eso, los números son evidentes", agrega la misma fuente.

Y razón no le falta. En la provincia de Buenos Aires, Milei se impuso en 108 de 135 municipios. Muchos de ellos gobernados por el peronismo. Algunos incluso en los que UxP había ganado los comicios locales con más del 60 por ciento de los votos a favor. 

Lo cierto es que la lectura interna de parte de los intendentes es distinta. Y en diálogo con este medio lo dejan claro: “El balotaje volvió a exponer el peso de los jefes comunales. Lamentablemente no se pudo arrastrar el voto local al nacional. Pero no todos los votos son trasladables. Y eso cada vez está más claro”, aseguró un jefe comunal de la zona metropolitana de la Provincia.

Y abrió una nueva discusión a dar. “La representación partidaria está en riesgo. ¿De quién son los votos de Milei? ¿De dónde vienen? La UCR y parte del PRO se declararon neutrales, pero el voto en blanco fue menos del 2 por ciento”. La explicación es más clara si se tiene en cuenta que el jefe comunal de Campana, Sebastián Abella, quien recientemente fue reelecto a través del PRO, llamó a votar a Massa. En su distrito, Milei ganó por más del 52 por ciento.

Eso sí, en la crítica interna del Frente Renovador no aparece el dardo propio. Cabe mencionar que el massismo será gobierno en 17 municipios de los cuales el aspirante nacional solo pudo ganar en uno (San Fernando) y por una diferencia de 50.15 a 49.85. Lo que se dice un empate técnico. En Tigre, donde Malena Galmarini perdió la interna con el actual jefe comunal, Julio Zamora, Milei se impuso con más de un 52 por ciento de los votos.

La bronca existe. Y tiene fundamentos que, a dos días del balotaje, parecen nacidos desde el calor de una derrota electoral que, de seguro, también tendrá impacto directo en los municipios.