Fueron siete elecciones consecutivas. El doble, contando las intermedias. Y en todas logró ganar. Sin embargo, luego de 28 años al frente del distrito, Alejandro Granados tomó la decisión de no presentarse por un nuevo mandato en Ezeiza, el distrito que, por primera vez en su breve historia, tendrá la oportunidad de tener un nuevo jefe comunal.

La decisión la dio a conocer su hijo, Gastón Granados, quien buscará sucederlo. “Con mucha alegría, orgullo y compromiso anuncié que voy a ser candidato a intendente de Ezeiza en las próximas elecciones. Tengo la fuerza y la energía necesaria para seguir haciendo de Ezeiza el mejor municipio de toda la provincia, el que forjó mi viejo Alejandro Granados, con el corazón y el apoyo de Dulce.

Qué municipio bonaerense tendrá nuevo intendente luego de más de 28 años

En los hechos, el “Gato”, como lo conocen los íntimos, viene ejerciendo la intendencia desde hace tiempo. Sucede que su padre, pidió diferentes licencias a partir de la pandemia por ser un paciente de riesgo. Y, en ese tiempo, forjó los vínculos necesarios para poder convencer a su entorno de quedar al frente. Incluso, por encima de la jefa de Gabinete, Dulce Granados, la pareja del actual mandamás.

En medio de la puja hacia adentro de Unión por la Patria, Granados fue muy claro en su camino a la intendencia y llamó a encolumnarse detrás del ministro del Interior. “Tenemos que seguir levantando las banderas de Perón, de Evita, de Néstor y de Cristina, por eso los convoco a trabajar para que llevemos a Wado a la Presidencia de la Nación.

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Desde el PRO, la batalla interna por tener un solo candidato será entre Pedro Brichta, por el larretismo, y Rubén Barabani, desde el lado de Patricia Burllrich.

Se trata, en concreto, del fin de una era. El actual jefe comunal ganó su primera elección en 1995 luego de la creación del partido que se escindió de Esteban Echeverría. Fue reelecto de manera consecutiva en 1999, 2003, 2007, 2011, 2015 y 2019. Sin embargo, en 2013 pidió licencia para asumir como ministro de Seguridad bonaerense, donde se ganó el mote de Sheriff. Es, además, presidente del club Tristán Suárez, que milita en la Primera Nacional, segunda división del fútbol argentino.