En Mar del Plata, no hay calma. Si no es porque el intendente debe batallar contra los Scouts para poder privatizar las playas del sur, es porque no hay taxis a la noche. Los problemas son cotidianos. Y es lógico. En definitiva, la ciudad funciona como una Provincia. A la serie de complicaciones diarias, el jefe comunal Guillermo Montenegro sumó una más: su predecesor, Carlos Arroyo, insiste con un reclamo millonario.

Sucede que el exjefe comunal no se tomó las vacaciones durante dos años y avanza en su pedido formal para que le sean abonadas en lo que representaría más de un millón de pesos para las arcas municipales.

Arroyo le solicitó al juez en lo Contencioso Administrativo N°2, Marcelo Fernández, que avance en la presentación que hizo sobre su caso que, el año pasado, Montenegro rechazó por medio del Decreto 241/21 en el trámite administrativo.

No contento con esto, el exjefe comunal que hoy ya ni siquiera tiene presencia propia en el HCD local busca cobrar por las vacaciones no gozadas de 2018 y 2019

Se incurriría en un abuso desmedido si se permitiera que los exfuncionarios dejen de gozar de sus licencias para luego cobrar indemnizaciones exorbitantes, causándole un perjuicio económico, directo a cada uno de nuestros vecinos que abona todos los emolumentos con el pago de sus impuestos”, fundamentaron en la presentación realizada desde el distrito.

Según la presentación de Arroyo, el no goce en forma efectiva de sus periodos de vacaciones "no fue una decisión voluntaria para obtener un beneficio económico", sino la consecuencia necesaria de las exigencias de la función como jefe comunal, que le impidieron tomar sus días de descanso en su último año de gestión, cuando la interna por la candidatura dentro de Cambiemos ya era pública. 

Claro, lo que llamó la atención fue el momento que el exjefe comunal decidió llevar adelante su reclamo: en junio de 2020, en plena pandemia.

Tal como lo hizo previamente con el ex titular del Ente de Servicios Urbanos (Emsur), Eduardo Leitao, y con el propio exintendente, Montenegro también rechazó pagarles vacaciones no gozadas a otros seis exfuncionarios municipales que también hicieron sus reclamos días después de dejar el gobierno el pasado 9 de diciembre de 2019.

Según pudo saber este medio, si Mar del Plata tuviera que salir a responder a este pedido debería desembolsar casi cinco millones de pesos. “Lo de Arroyo es mala fe. No hay otra cosa. Todavía sigue enojado porque no lo votaron ni los parientes. Es un acto de absoluto resentimiento”, le dijo a este diario un concejal oficialista.

Cabe recordar que en las elecciones de 2019, la entonces gobernadora María Eugenia Vidal autorizó plantarle un candidato al jefe comunal aliado. La relación entre ambos fue muy mala durante toda la gestión. Y estas diferencias desembocaron en la posibilidad de que Guillermo Montenegro pueda desembarcar en la ciudad turística.

Arroyo decidió pelear igual y en las PASO terminó en el cuarto lugar. Pero no fue lo peor. En las generales cayó al quinto puesto con solo el 3.85 por ciento de los votos.